LIBIA
Un día después de la retirada de la mayor parte de los insurrectos en Ras Lanuf, fuerzas libias leales a Muammar Kadhafi lanzaron un asalto por mar y con tanques contra quienes resisten en esa estratégica ciudad portuaria del noreste. Por su parte, los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE) se encuentran ya en Bruselas para participar de la reunión extraordinaria sobre Libia, en la que, se espera, pedirán que el líder libio deje el poder de manera inmediata, según se anticipó ayer en el encuentro previo de los ministros de Asuntos Exteriores.
La desordenada huida de los rebeldes de Ras Lanuf tras cinco días de ataques de artillería y aviones significó un duro revés en su fallido intento por avanzar hacia el oeste en dirección a Trípoli, la capital y bastión de Kadhafi, y ahora amenaza sus posiciones en el Este, la parte del país que controlan los insurrectos.
Un vocero de los rebeldes dijo que cuatro lanchas militares con 40 o 50 combatientes leales al líder libio atracaron cerca de un hotel en la zona residencial de Ras Lanuf en horas de la noche y se enfrentaron con los sublevados, según informó la cadena BBC.
Horas más tarde, el vicedirector del hospital de la cercana ciudad de Ajdabiya dijo que las fuerzas del gobierno tomaron el control de la zona residencial de Ras Lanuf tras los combates. El doctor Ibrahim Said dijo que cuatro personas muertas y más de 40 heridos en esos combates en Ras Lanuf fueron llevados a esa dependencia sanitaria.
Con la revuelta opositora a Kadhafi cada vez más debilitada, las potencias extranjeras se muestran divididas sobre cómo forzar la renuncia del líder, cuya legitimidad ya fue desconocida por Estados Unidos y la Unión Europea y otros países.
De hecho, los líderes europeos reunidos en Bruselas elaboran una declaración conjunta para pedir que el libio deje el poder de manera inmediata. "El coronel Kadhafi debe dejar el poder inmediatamente", dice el borrador de conclusiones preparado para la cumbre de hoy y conocido en la víspera, informó la agencia de noticias Europa Press.
Sin embargo, los representantes del bloque de 27 países mostraron divisiones sobre si reconocer el movimiento opositor al líder libio, tal como hizo ayer el gobierno francés. Tampoco la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) alcanzó un consenso sobre ese punto, aunque sí acordó reforzar el despliegue naval de buques de guerra de la alianza ante las costas de Libia para hacer respetar el embargo internacional de armas con destino al país norafricano.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, anticipó otra jugada de riesgo que pondrá sobre la mesa en la cumbre: aseguró que su país está dispuesto a realizar ataques selectivos contra posiciones en Libia, como último recurso para proteger a la población civil, lo que equivaldría a una declaración de guerra para el régimen de Kadhafi.
Por su parte, el Gobierno español consideró que en las actuales circunstancias, el aval de la ONU para intervenir militarmente en Libia resulta "imprescindible", aunque reconoció que la situación podría cambiar y, por lo tanto, advirtió sobre las sospechas de que el régimen libio pueda utilizar armas químicas.
Según la agencia EFE, representantes del Ejecutivo español señalaron que "hay fuentes que hay que tener en cuenta" que apuntan a esa posibilidad, pero rechazaron todo paralelismo con lo ocurrido en Irak y sus nunca encontradas armas de destrucción masiva.
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