No saben que día hermoso me están haciendo pasar.
Muy buenas tardes a todos y a todas en Morteros, provincia de Córdoba, República Argentina.
Señor Gobernador de la Provincia; señor gobernador electo; señor Intendente de Morteros; señor presidente de la Sociedad Rural; productores; amigos; María y José, los que cuidaron a Cafeína, la que acabo de coronar como la mejor vaca, 80 litros diarios, me dicen, ¡mí madre!: la verdad que mucho orgullo porque sentí una gran emoción cuando me tocó ingresar a este Centro de Genética, doctor Néstor Carlos Kirchner, que inauguramos hoy aquí, que como recién decía Peretti, fue una idea de él y que comenzamos a implementar con Julián.
Tantas ideas, tantos deseos, tantas esperanzas conjuntas de tantos años ambos, desde muy jóvenes, y después de más grandes cuando nos tocaron responsabilidades mayores al frente de una provincia, de una intendencia y luego del país.
Cuando yo venía recorriendo recién en helicóptero desde Sunchales aquí a Morteros, y la verdad que no hay que explicar para nada que estamos en una de las principales cuencas lecheras, basta mirar el aire, no hace falta ver los números, y ver lo que nosotros decimos en el Sur, piños de ovejas acá como piños de vacas en campos también de doble propósito donde se cultiva y donde se tienen tambos. Ese tambo, esa actividad que son los 365 días del año y las 24 horas del día, donde no hay descanso y que es, tal vez, de todas las actividades de productores primarios, la que más sacrificio demanda al productor y más mano de obra sin lugar a dudas ocupa.
Y hoy, con la incorporación de la ciencia y la tecnología, esta verdadera fábrica de vacas que acabamos de inaugurar, puede tener el aspecto de un laboratorio, que lo es, sin dudas, pero cuando a uno le explican la cantidad de animales que se pueden producir y la calidad de los mismos, se da cuenta que está ante un estadio de producción absolutamente diferente y superior al tradicional. Y cuando me presentaron a Daniela, la hija de un productor...¿Dónde está Daniela, a ver, que levante la mano Daniela, por dónde está Daniela? Ah, allá está Daniela. Daniela es una joven de 17 años que va a estudiar Veterinaria, hija de un productor que hizo el curso de inseminación y tiene el mayor porcentaje de preñez de vaca. Mírenla, una joven argentina de 17 años, Daniela. ¡Vamos Daniela!
Con Daniela, logrando que muchas vacas queden preñadas; con hombres como José y María que cuidan vacas, casi como una hija la acariciaban, que producen 80 litros diarios; con productores que saben que necesitan que el conjunto del país crezca armónicamente para que ellos también puedan producir más y mejor. Lo que recién señalaba Peretti, tiene números claros: la Argentina aumentó su producción de leche en un 30 por ciento en estos años del 2003 a la fecha, pero en su exportación el 260 por ciento y el consumo per cápita nos coloca hoy en 205 litros de leche por habitante por año que es el mismo nivel de los países desarrollados.
Claro que sí, claro que es la Asignación Universal por Hijo; claro que son las jubilaciones; claro que son los mejores salarios, el mejor salario mínimo, vital y móvil de toda Latinoamérica; claro que son los convenios colectivos de trabajo que han mejorado el poder adquisitivo; claro que nos hemos dado cuenta por fin los argentinos que mercado interno y exportación no son antinomia; al contrario, a mayor desarrollo y bienestar de nuestra población, mayores niveles de exportación vamos a lograr. Y allí también están los números claros y concretos: este año vamos a llegar a los 80 mil millones de dólares de exportaciones contra los 25 mil que exportábamos allá en el año 2003. Y si uno suma la apertura de la economía, que es la suma de las exportaciones y de las importaciones,. de los años 90, que representaban apenas el 17 por ciento del PBI, hoy esas exportaciones y esas importaciones, que también son vitales para la industrialización del país, representan el doble, el 34 por ciento de un Producto Bruto Interno que también es el doble del que teníamos en el año 2003.
Yo también te quiero. ¿Cómo te llamás? Josefa. Josefa es esa nena divina, de rosa, montada en caballito de su mamá que me dice que me quiere mucho y que yo también. ¡Huy, qué lindo! Josefa, Daniela, José, María, todos juntos por una Argentina mejor, que produzca más y mejor.
Vamos a analizar esta propuesta realmente interesante de la genética aquí, de un Centro de Genética más desarrollado, no solamente en materia animal, sino también en materia vegetal, el salto cualitativo que hemos dado. Ni qué hablar de la metalmecánica. Yo veía recién en la exposición también la maquinaria metalmecánica que ha dado un salto exponencial en la República Argentina.
Y claro, lo que decía Peretti, ya no más remates de campo, al contrario, inversiones para los productores como hemos hecho cuando tuvimos que poner 500 millones de pesos para sostener el precio de la leche y que no cayera ningún tambo; como hemos eliminado también retenciones al sector lácteo por más de 130 millones de dólares anuales que quedan en los productores.
Pero tenemos que agregar más valor, amigos y amigas. Si hoy somos el tercer productor de leche en polvo, 50 de leche común y 6 por ciento de leche maternizada, 56 por ciento, tercer productor y exportador mundial, tenemos que lograr agregar más valor porque si esa tonelada hoy vale más de 2.800 dólares, tenemos que lograr, por ejemplo, producir quesos de pasta dura que salen 6.000 dólares la tonelada; y si lo podemos rayar y meter en una bolsita de plástico, nos vamos casi a 8.000 dólares; y si hacemos uno marca gourmet, nos vamos a 12.000 dólares.
De estas cosas estamos hablando cuando decimos "industrializar la ruralidad" para que Daniela, cuando vaya a Córdoba ciudad a estudiar Veterinaria, se reciba y vuelva aquí a Morteros porque va a tener trabajo y no se tenga que ir.
Por eso tenemos que trabajar en todos y cada uno de los pueblos rurales de nuestro país, para que los chicos capacitados en el lugar o en otro lugar, vuelvan y se queden en ese lugar y tengan salida laboral, posibilidad de crecimiento. En definitiva, esperanza de futuro, que es lo que nos habían arrebatado y robado a los argentinos, la utopía del futuro. Que es lo que está pasando también y uno lo puede ver hoy en otras latitudes cuando ve a miles de jóvenes que sin esperanza porque no van a poder estudiar porque no hay gratuidad en la educación o, tal vez, aún estudiando porque no van a tener trabajo, se vuelven violentos. La gente se vuelve violenta cuando siente que no tiene esperanzas de futuro.
Es entonces obligación de quienes tenemos responsabilidades de conducir los destinos de la Nación, que son también los destinos de la sociedad, de tomar y colocar todos los instrumentos necesarios para que este proceso de crecimiento del 80 por ciento del PBI en estos ocho años, el crecimiento económico más importante que registra la historia de la República Argentina, no se detenga y siga adelante.
Porque yo sueño que algún día no tengamos que tener asignación o tal vez sea poca porque ya todos han logrado tener un trabajo registrado y, entonces, en lugar de cobrar asignación cobran la asignación familiar que les corresponde a todos los trabajadores. Porque sueño con que el derecho a la jubilación no sea por el reconocimiento que hace el Estado, sino porque se ha aportado durante todos los años que haya que aportar para que los trabajadores puedan tener ese beneficio y ese derecho.
Por eso también, necesitamos cada vez formalizar más nuestra economía para poder ser también sujetos de crédito los productores y poder seguir agregando valor y asociarse.
Yo creo en ese cooperativismo que tanta tradición inmigrante ha tenido en nuestro país y que tanto ha logrado desarrollarse. Y eso lo tenemos que lograr, no solamente en la producción tambera, sino también en los siguientes eslabones de la cadena, asociarnos para participar en esa rentabilidad.
Cuando yo venía y veía los campos sembrados, cuando veía las vacas corriendo y cuando vine acá a ver ese laboratorio, lo único que hoy tengo parar lamentar es que él no pueda ver esto con sus propios ojos, pero estoy segura que desde algún lugar está viendo.
Él siempre me decía, aún en los momentos más duros que nos tocaron vivir, en los momentos en donde quedamos prácticamente solos, él siempre me decía: "Vas a ver que algún día se van a dar cuenta, vas a ver que algún día van a advertir que este proyecto no es para unos pocos, que es para los 40 millones de argentinos, para todos, va a ver que se van a dar cuenta que nunca han ganado lo que habían ganado hasta ahora y que pueden ganar todavía mucho más, si en lugar de pelearnos y confrontar, unimos nuestra capacidades, nuestros conocimientos, nuestros saberes, con lo que el Estado puede hacer a partir de la educación -donde ahora estamos destinando el 6,47 por ciento para la ciencia, para la tecnología, para la educación, más de 800 jóvenes que retornan al país y que quieren seguir volviendo porque se habían ido por falta de oportunidades-, que algún día todo eso, Cristina –me decía él-, finalmente va a florecer como finalmente florece la tierra después de tanto ser regada". Y hemos regado mucho, hemos puesto mucho, él fue el que más puso y por eso, tal vez, hoy no nos acompaña.
Pero, en definitiva, quiero decirles a todos y a todas que les agradezco este maravilloso, día, poder estar junto a ustedes, compartir estos momentos de alegría, de felicidad y de crecimiento y comprometerme frente a ustedes a dar todos los instrumentos, a trabajar juntos en todas las políticas para poder ir solucionando los problemas de ustedes aquí en Morteros y del resto de los argentinos.
Está claro que no se pueden hacer todas las cosas al mismo tiempo, han pasado décadas de abandono y dejadez, pero lo importante es no detenerse, ir solucionando todos los días un problema. La suma de todas esas soluciones, finalmente, florecerá y podremos ver entonces un país diferente.
Muchas gracias, Morteros; muchas gracias a los jóvenes; muchas gracias a los productores, a los trabajadores, a quienes apuestan a un modelo de crecimiento, de producción y de inclusión social, de equidad y de justicia, que para eso tenemos que seguir trabajando los argentinos.
Gracias Morteros, gracias Córdoba, los quiero mucho a todos, muchas gracias. (APLAUSOS)