viernes, 24 de octubre de 2014

Escuchá #ConeXiónCultura por FM Latina 94.5


Un programa de Cultura y Entretenimiento, en su cuarta temporada. Producción y Conducción: Andy Belguich. Domingos de 21 a 23 hs por FM Latina 94.5 - www.latina945.com.ar

viernes, 10 de octubre de 2014

Viaje al Centro de la Comunicación



El Texto y la situación comunicativa:
DESTINADOR… CONTEXTO… DESTINATARIO
MENSAJE
CONTACTO
CÓDIGO
1 – El destinador (emisor o alocutor) es el sujeto que produce o codifica el mensaje;
2 – El destinatario (receptor o alocutario) es quien decodifica el mensaje;
3 – El mensaje es aquello que transmite el destinador al destinatario en el acto de la comunicación;
4 – El contacto (o canal) es el medio físico a través del cual el mensaje pasa del emisor al receptor;
5 – El código es el sistema de signos al cual se recurre para transmitir el mensaje. Para que la comunicación pueda hacerse efectiva, es condición esencial que el código sea común al destinador y al destinatario.
6 – El contexto (o referente) es la realidad extralingüística a la cual hace referencia el mensaje.
La comunicación, antes que la existencia de un código, depende de la existencia de dos idiolectos. El emisor designa a la persona en un momento dado, ya sea oralmente o por escrito. El hablante es aquel sujeto dotado de conocimientos lingüísticos y que, por lo tanto, tiene la capacidad de producir actos de habla. El emisor es el hablante que en un momento determinado y concreto hace uso de la palabra. La condición del hablante es permanente, en tanto que la de emisor está limitada a un momento particular de la situación comunicativa. El destinatario designa a la persona (o personas) a la que el emisor dirige su enunciado y con la que normalmente suele intercambiar su papel en la comunicación de tipo dialogante.

El problema de los géneros discursivos (Por Mijaíl Bajtín)

El uso de la lengua se lleva a cabo en forma de enunciados (orales y escritos) concretos y singulares que pertenecen a los participantes de una u otra esfera de la praxis humana. Los tres momentos mencionados (El contenido temático, el estilo y la composición) están vinculados indisolublemente en la totalidad del enunciado y se determinan de un modo semejante, por la especificidad de una esfera dada de comunicación. Cada enunciado separado es, por supuesto, individual, pero cada esfera del uso de la lengua elabora sus tipos relativamente estables de enunciados, a los que denominamos géneros discursivos. La diversidad de los géneros discursivos es inmensa, por las posibilidades de la actividad humana son inagotables y porque en cada esfera de la praxis existe todo un repertorio de géneros discursivos que se diferencia y crece a medida que se desarrolla y se complica la esfera misma. Podría parecer que la diversidad de los géneros discursivos es tan grande que no hay ni puede haber un solo enfoque para su estudio, porque desde un mismo ángulo se estudiarían fenómenos tan heterogéneos como las réplicas cotidianas constituidas por una sola palabra, una novela en muchos tomos, elaborada artísticamente, una orden militar, estandarizada y obligatoria hasta por su entonación, o bien una obra lírica, profundamente individualizada. El problema de los géneros discursivos es que jamás se haya planteado. Se han estudiado, principalmente, los géneros literarios. El problema lingüístico general del enunciado y de sus tipos casi no se ha tomado en cuenta. La especificidad de los géneros retóricos (judiciales, políticos) encubría su naturaleza lingüística común. De ninguna manera se debe subestimar la extrema heterogeneidad de los géneros discursivos y la consiguiente dificultad de definición de la naturaleza común de los enunciados. Hay que prestar atención a la diferencia entre géneros discursivos primarios (simples) y secundarios (complejos). Los géneros discursivos secundarios (complejos), como por Ej.: Novelas, dramas, investigaciones científicas, géneros periodísticos, etc. surgen en condiciones de la comunicación cultural más compleja, relativamente más desarrollada y organizada, principalmente escrita: comunicación artística, científica, sociopolítica, etc. En el proceso de su formación, estos géneros absorben y reelaboran diversos géneros primarios (simples) constituidos en la comunicación discursiva inmediata. Los géneros primarios que forman parte de los géneros complejos se transforman dentro de éstos últimos y adquieren un carácter especial: pierden su relación inmediata con la realidad y con los enunciados reales de otros, por ejemplo, las réplicas de un diálogo cotidiano o las cartas de una novela. La novela en su totalidad es un enunciado, igual que las réplicas de un diálogo cotidiano o una carta particular (Todos poseen una naturaleza común), pero a diferencia de éstas, aquella es un enunciado secundario (complejo). La diferencia entre los géneros primarios y los secundarios (ideológicos) es extremadamente grande y es de fondo. La orientación unilateral hacia los géneros primarios lleva ineludiblemente a una vulgarización de todo el problema. La misma correlación entre los géneros primarios y secundarios, y el proceso de la formación histórica de éstos, proyectan luz sobre la naturaleza del enunciado. Toda investigación acerca de un material lingüístico concreto inevitablemente tiene que ver con enunciados concretos (escritos y orales) relacionados con diferentes esferas de la actividad humana y de la comunicación. Ante todo, la estilística. Todo estilo está indisolublemente vinculado al enunciado y a las formas de enunciados, es decir, a los géneros discursivos. Todo enunciado, oral o escrito, primario o secundario, en cualquier esfera de la comunicación discursiva, es individual y por lo tanto puede reflejar la individualidad del hablante (o del escritor), es decir, puede poseer un estilo individual. Los más productivos en este sentido son los géneros literarios: en ellos, un estilo individual forma parte del propósito mismo del enunciado, es una de las finalidades principales de éste. Donde existe un estilo, existe un género. La transición de un estilo de un género a otro no sólo cambia la entonación de ese estilo en las condiciones de un género que no le es propio, sino que destruye o renueva el género mismo.

¿”Situación de enunciación” o “situación de comunicación”? (Dominique Maingueneau)
Escena de enunciación: Tres escenas juegan en planos complementarios: la escena englobante; la escena genérica y la escenografía.
La escena englobante es aquella que se corresponde con el tipo de discurso. Se debe poder establecer la escena englobante en la que hay que ubicarse para interpretar lo recibido, para determinar de qué modo el lector es interpelado por un panfleto. Ej. “Un ciudadano” que se dirige a “ciudadanos”. Estas dos escenas, la “englobante” y la “genérica”, definen lo que podríamos llamar el marco escénico del texto, dentro del cual el texto se manifiesta como pragmáticamente adecuado.
La Escenografía: No es el marco escénico aquello con lo que se relaciona directamente el alocutario sino que lo hace con una escenografía. La escena dentro de la cual el lector se ve ubicado es una escena narrativa construida por el texto, una “escenografía” que tiene como efecto “desplazar” el marco escénico a un segundo plano; el lector se encuentra así atrapado en una especie de “trampa”, puesto que recibe el texto, en primer lugar, como una novela de aventuras y no como un manual. Se pueden distribuir los géneros discursivos según una escala que tendría dos polos extremos:
-         En un extremo, encontramos los géneros que se ajustan a su escena genérica y que no son susceptibles de permitir escenografías variadas (Ej. Guías telefónicas).
-         En el otro extremo de la escala, encontramos los géneros que exigen por definición la elección de una escenografía: es el caso, por ejemplo, de los géneros publicitarios. Dentro de este grupo encontramos también textos que pertenecen al tipo de discurso filosófico o literario: existe una gran variedad de escenografías que permiten instituirse como narrador de una novela y construir a partir de allí la figura del lector.

La variación escenográfica está indisolublemente ligada a la finalidad de cada género. La guía telefónica, que no despliega una escenografía, es un género puramente utilitario. Por el contrario, el discurso publicitario o el político movilizan escenografías variadas en la medida en que, para persuadir a su destinatario, deben seducirlo, cautivarlo. En este tipo de comunicación verbal, en efecto, las restricciones no son “verticales”, no definen a priori un sistema de lugares socio-discursivos, de roles independientes de los participantes. Estas interacciones son más bien del orden de lo “horizontal”: negociadas y constantemente re-negociables. Sus encadenamientos obedecen, además, a reglas locales y no a procesos de estructuración global preestablecidos. Una escenografía se despliega plenamente solo si puede “controlar” su propio desarrollo manteniendo una distancia respecto de sus destinatarios. En una interacción oral resulta muy difícil para los participantes enunciar a través de sus propias escenografías: están de algún modo sometidos a reaccionar “en vivo y en directo” frente a situaciones imprevisibles provocadas por los interlocutores. Desde un cierto punto de vista, las interacciones conversacionales y los textos cuyos autores definen parcialmente el estatus pragmático tienen en común el hecho de no imponer con anticipación el marco de la actividad lingüística. Pero, si en el primer caso (el de la conversación) son los participantes los que negocian colectivamente su marco, en el segundo caso, son los autores los que establecen el marco de manera unilateral, lo que los obliga a legitimar el marco por ellos mismos impuesto.

Las Secuencias Textuales (Por Adam West)

Las secuencias textuales son formas de planificación convencionales que se producen dialógicamente, es decir en función del destinatario, lo que define su finalidad. Constituyen formas regulares bastante estables que Jean-Michel Adam denominó prototipos secuenciales de base textual y que clasificó en cinco tipos: narrativa, descriptiva, explicativa, argumentativa y dialogal.
    • Narrativa: Se organiza en el tiempo. Su finalidad es contar.
    • Descriptiva: Se organiza en el espacio. Su finalidad es ordenar a partir de la mirada.
    • Explicativa: Se organiza, generalmente, en torno a la relación causa-consecuencia. Su finalidad es responder a los porqué/hacer comprender.
    • Argumentativa: Se organiza en fundamentos. Su finalidad es defender posiciones, convencer.
    • Dialogal: Se organiza en intercambios. Su finalidad es interactuar.
    Estas formas son estructuras que se incorporan y automatizan a través de las interacciones.
  • Adam identifica en la composición secuencial: Fases que pueden sintetizarse de la siguiente manera: 
    • Secuencia Narrativa: Fases -> Situación Inicial – Complicación/acciones – Resolución – Situación Final – Evaluación/moraleja.
    • Secuencia Descriptiva: Fases -> Anclaje (Tema-Título) – Aspectualización (Enumeración de propiedades y partes) – Puesta en relación (Situación Tiempo-Lugar; Asociaciones Comparativas, Metafóricas, etc.).
    • Secuencia Explicativa: Fases -> Esquematización Inicial – Problematización – Explicación propiamente dicha (Resolución con elementos nuevos) – Conclusión Evaluación.
    • Secuencia Argumentativa: Fases -> Premisas – Argumentos – Contra Argumentos – Conclusión.
    • Secuencia Dialogal: Fases -> Apertura – Transacción - Cierre
Cada una de las secuencias se realiza por medio de macroproposiciones o fases conformadas, a su vez, por una o más proposiciones. Los constituyentes menores son las categorías gramaticales, llamadas clases de palabras (Sustantivo, Verbo, Adjetivo, Adverbio, Preposición, Conjunción, Pronombre, Artículo). 

Los Papeles o Roles Temáticos:

Los papeles temáticos son los valores semánticos que los verbos/predicados asignan a los complementos argumentales o argumentos. Es decir que los argumentos, al depender de un verbo/predicado, reciben su interpretación semántica de éste. ¿Que son los papeles temáticos? Los valores o interpretación semántica que reciben los argumentos del verbo. "Los papeles semánticos no pueden definirse claramente, por lo que no pueden usarse sin ambigüedad. "Siempre se pueden proponer mayores distinciones, no habrá un número definido de papeles temáticos". "No hay consenso en cuanto a los papeles temáticos". Sin embargo, "No se pueden ignorar". "Los papeles temáticos se aplican a todas las lenguas" (Campos, 1999: 1531). Los papeles temáticos son: 
  • Agente: Argumento que designa al realizador directo animado y voluntario de la acción del verbo. Rasgos: Más animado / Más voluntario = Agente (“Pedro levantó la mano”).
  • Causa: Es el realizador de la acción que no tiene el rasgo animado. Rasgos = -/+ Animado / - Voluntario / “El viento cerró la ventana”.
  • Experimentante: Es el argumento que designa a un participante de la predicación verbal que no es un partícipe consciente o voluntario del estado o proceso predicado por el verbo sino que experimenta un estado psicológico (“Temer”), emotivo (“Sentir”) o cognitivo (“Saber/Entender”).
  • Paciente: Es un participante de una predicación verbal que sufre cambios a medida que se desarrolla la predicación descrita por el verbo. Para Campos, el papel se subclasifica en tres complementos: Afectado (Argumento cuyo estatus, propiedades o localización es afectado por la acción del verbo: “Juan pintó su camioneta”, aquí cambió el estatus), Efectuado (Argumentos que expresan el resultado de la acción o del proceso del verbo. Es un objeto inexistente previo a la realización de la acción: “Juan construyó su casa”) y Desplazados (Argumento que designan al objeto que se mueve: “Juan empujó su auto”).
  • Tema: Es un participante de una predicación verbal que no sufre cambios físicos. Aquello de lo que se predica. Se consideran temas los estímulos vinculados con la percepción sensorial (“Ver”) o emociones.
  • Meta o receptor: Es un participante de una predicación verbal que, generalmente, es el receptor de un objeto o persona que tiene el papel de tema. Es la entidad o lugar al que se dirige la actividad o movimiento: “Entregaron el certificado a Juan”. Es el papel temático del CI argumental (Meta o receptor).
  • Beneficiario o benefactivo: Es un participante que recibe consecuencias positivas (Beneficiario) o negativas (Maleficiario/ “Pedro perdió la billetera”) de la acción verbal o de un suceso.
  • Locativo: Argumento que designa la ubicación o lugar en el que se sitúa la acción o evento denotado en el predicado (“Poner”). Es el papel temático del complemento locativo que es argumental.
  • Instrumento: Elemento con el cual se lleva a cabo la acción o evento. “El clavo pinchó la cubierta”. 
Las Funciones Informativas (Di Tullio):

Las funciones informativas dan cuenta de la relación que el hablante establece entre un cierto segmento de la oración y el contexto discursivo en el que se inserta en lo referente a la información que transmite. Algunos elementos retoman un contenido ya introducido, mientras que otros hacen avanzar la información. Se produce así una partición informativa de la oración entre la información conocida o temática y la información nueva o remática.
En español esta partición oracional se manifiesta sobre todo a través del orden de las palabras: Las oraciones suelen comenzar con la información temática y avanzar hacia la remática. Los elementos iniciales suelen proporcionar el punto de partida (Aquello de lo que se habla) y el enlace con el contexto, por esta razón se realizan típicamente con sintagmas nominales definidos; además, pueden ser luego pronominalizados e incluso quedar tácitos. Por el contrario, los elementos informativos tienden a aparecer al final, en la forma de sintagmas nominales indefinidos o sin determinación.
Este contraste se percibe en la función de sujeto. Si bien, por lo general, el sujeto fija el tema de la oración, como en (1a). con verbos existenciales o presentativos (Haber, existir, aparecer, presentarse, surgir, nacer, morir, llegar, verse, encontrarse, entre otros) es el constituyente remático, con mayor contenido informativo, que se ubica en posición posverbal, como en (1b):

(1) a. "Los carteles anunciaban la llegada de un circo" / b. "A la entrada del pueblo aparecieron carteles"

Así, el sujeto de (1a) es el tema típico porque anuncia aquello de lo que se habla en la oración. La presencia del artículo indica que ya ha sido introducido en el discurso; en las oraciones siguientes su referente podría quedar tácito o estar representado por un pronombre personal o un demostrativo, como en (2):

(2) A la entrada del pueblo aparecieron carteles. Los carteles anunciaban la llegada de un circo. Todos los chiquilines los miraban fascinados. Tenían colores vivos y dibujos los animales.

Como se ve en la primera oración del texto anterior, el sujeto en posición posverbal es remático porque introduce un referente en el discurso. En este caso su posición depende, como ya vimos, de la clase a la que pertenece el verbo, pero también puede incidir en su extensión y complejidad. En efecto, los constituyentes pesados tienden a ser los más informativos y, por lo tanto, a ubicarse al final de la oración, como ocurre con el sujeto oracional de (3):


(3) a. Basta que se porten bien y vuelvan pronto. / ??Que se porten bien y vueltan pronto basta.

b. Es conveniente apagar la computadora durante una tormenta eléctrica / ??Apagar la computadora durante una tormenta eléctrica es conveniente.


Toda oración contiene un componente remático, pero no necesariamente uno temático; así, la oración "Tocaron el timbre" consta exclusivamente, de información remática, como sucede también con los titulares de un diario: "Un tornado destruyó varias casas". En otros casos el carácter temático o remático del constituyente depende del contexto: así, en "Micaela recorró las instalaciones de la Feria del Libro", el nombre propio "Micaela" puede ser información temática si su referente ya ha sido introducido en el discurso. En cambio, si la oración inicia el discurso es información totalmente remática. 
La distinción entre la información temática y la remática obedece, entonces, al hilo del discurso y se manifiesta básicamente en el orden en el que se disponen las palabras . Sin embargo, el hablante puede querer destacar un determinado segmento para oponerlo a otro, como ocurre en las oraciones de (4): 

(4) a. - "¿Escribió un artículo el profesor" - UN LIBRO escribió el profesor.

b. El profesor no escribió un artículo, sino UN LIBRO.

En estas oraciones se focaliza un constituyente, el marcado en mayúscula: este es el foco de la oración. En ella no solo se afirma que lo que escribió el profesor fue un libro sino que, además se niega que haya escrito un artículo o cualquier otro texto. Tiene, por lo tanto, un valor contrastivo.
La focalización de un constituyente en la posición inicial acarrea la posposición del sujeto, como en (4a), a menos que lo focalizado sea precisamente el sujeto: "El director presentó el libro". No. EL PROFESOR presentó el libro. Las mayúsculas indican que este segmento aparece realizado tanto desde el punto de vista de la entonación como de la gramática. De hecho, algunas construcciones sintácticas, como las oraciones copulativas enfáticas de (5) se especializan en focalizar un constituyente de la oración.

Definiciones y Tiempos Verbales:

Contraargumento: La postura propia como refutación al adversario. Tiene que haber un argumento.
Complemento Locativo: Una función sintáctica que pide ciertos verbos obligatoriamente.
Objeto Directo: La, los. La, las (Después del verbo).
Objeto Indirecto: Le, les.
Frase Perifrástica: Voz pasiva con SE.
Complemento Agente: Está relacionado con el sujeto-verbo transitivo con objeto directo.