lunes, 30 de diciembre de 2013

El Sagrado Rating

EL SAGRADO RATING

27 de Julio de 2010

Por el rating somos y fuimos. Por el rating nacemos. Por el rating morimos. Día a día cuando prendemos la tele. El sentido de nuestra vida en manos de nuestro control. Los 40 puntos de nuestro maravilloso Marcelo Tinelli, los 29 de nuestra amada Susanita y los 9 de nuestra querida Mirtha, me resulta asombroso que ante una propuesta de pena de muerte, estas tres maravillas del rating de la televisión argentina, se pongan de acuerdo... ¿Serán nuestros ministros de cultura? Hagamos un análisis: Luego del crimen del decorador de Susana Gimenez, la misma, planteó: “el que mata tiene que morir”. Estamos hablando de ¡MATAR!!!
El 87% de la población está a su favor. Se sintieron representados por ella. Pues, el nivel de obnubilación y falta de pensamiento, los representa. También aparece Juan Carlos Blumberg, como representante, quién se presenta como ingeniero en Italia y le miente al mismo Papa.

Las propuestas que se escuchan, solicitan el regreso del servicio militar obligatorio como solución al problema de la inseguridad… ¿Será esta la realidad?... ¿No sería mejor proponer alimentación y educación? Si una persona no está bien alimentada, carece de vitaminas, micronutrientes necesarios para que el cerebro se desarrolle. Esa falta de nutrición impide poder pensar y entender lo que cualquier docente enseñaría. Con el estómago vacío no se puede aprender nada. Un detalle muy importante. Y si a esto le sumamos el corte propuesto por algunos personajes del rating, donde se olvidan de los nutrientes básicos como la alimentación, la educación, la salud y proponen el servicio militar obligatorio como educación, resulta un cóctel explosivo. No se pusieron a pensar que están poniendo a un tipo, mal nutrido, en la calle, con un arma. En un país sin educación y con mucha pobreza, nacen chicos con hambre que roban y matan.

Louis Althusser, presidente del partido comunista francés, decía que había un aparato ideológico: la familia, la escuela y la iglesia. Y un aparato represivo del estado: Las leyes, la policía, la gendarmería y el ejército. Cuando falta la presencia del aparato ideológico y surgen estallidos sociales, aparece el aparato represivo.
¿Que pasa con nuestra policía, quiénes en lugar de controlar los delitos, los fomentan? ¿No deberíamos pedir una mejor policía antes que más patrulleros?

A través de programas divertidos en apariencia e “inofensivos” como Bailando por un sueño, en donde se disputa “La Mole Moli” contra “Ricardo Fort”, podemos apreciar como La Mole Moli (en una discusión guionada) le dice al señor Fort: “Sos un vago. Vos sos rico porque tenés plata pero sos un pobre tipo”. Este es el discurso deseado por la clase popular, de expresarle el desprecio personal a un rico. Y Fort, quién no se quedó atrás, le contestó lo que la “clase rica” le contestaría a un pobre: “¿Y a vos que te importa como consigo el dinero?”. Ahí englobamos todo. La clase baja se ve representada por el boxeador La Mole Moli y la clase pudiente se ve representada por el multimillonario Ricardo Fort.
En esa pelea “inocente” o con mucha vehemencia de dos ridículos, el show está montado. Quién se siente representado por el boxeador, cree ser quién le está diciendo a Fort lo que el personaje de la tele le dice y la excusa que cualquier pobre utilizaría: “No tengo plata pero duermo tranquilo. Tengo familia y me quieren por lo que soy”. Y un rico se defendería de esta manera: “¿A vos que te importa lo que hago con mi plata? Me la gané yo”. Son dos discursos antagónicos pero que ambos representan al pueblo en general. Los que no tienen se ven identificados y los que tienen, también. Y siga el baile.

En determinado momento, la señora Susana Gimenez propuso la pena de muerte para acabar con la delincuencia. Y al otro día, convoca a una marcha, a la cual no asiste y luego se retracta. Inmediatamente amparado por su “enemigo” del glorioso rating, Marcelo Tinelli y el apoyo sensato por la experiencia de la edad de la señora Mirtha Legrand… Ahora ¿La responsabilidad social de la comunicación social, en manos de quién queda?
Con pena de muerte, el circo está servido. Y, gracias a que nos divierten, entonces, la instalamos. Pero yo me pregunto: ¿Pena de muerte para quién?... ¿Pena de muerte para las personas que compran autos Mercedes Benz con franquicias para discapacitados?... ¿Pena de muerte para las personas que tuvieron una pareja famosa, quien terminó convirtiéndose en un asesino, arrojando a una señora por el balcón en un hotel de Mar del Plata?... ¿Pena de muerte para los que cerraron fábricas, dejando a millones de argentinos sin trabajo y vaciaron el país?... ¿Pena de muerte para los que colaboraron con los militares?... ¿Para los narcotraficantes?... ¿Pena de muerte para quién?

La pena de muerte es siempre para un solo sector. Para los desprotegidos y para los que tienen hambre. Para los que, en realidad, ROBAN POCO Y SE LOS MATA MUCHO. Pero jamás pena de muerte para los que ROBAN MUCHO Y NUNCA VAN PRESOS.
Mira que ya hubo pena de muerte en nuestro país. Se han arrojado cuerpos al mar. Una cosa es estar mal informado y otra cosa es no querer enterarse de algo que uno vivió. Además sigue habiendo fusilamientos por la calle.
¿Acaso no está instalada la pena de muerte?... Tenemos una pena de muerte silenciosa, atada por el glorioso rating… ¿No se han dado cuenta?... El índice de mortalidad infantil en nuestro país es uno de los mas grandes de América Latina, sumado al 30% por debajo de la línea de pobreza… ¿Cómo pudo haber sucedido esto en un país tan rico que se quedó pobre, sin guerras mundiales, sin guerras frías, sin muros ni nazismo?... Pan y circo para el que no nos deja pensar.
Los medios nos muestran a la juventud como engendros del demonio, borrachos, drogados, peleando a las seis de la mañana, para luego reírse y burlarse de las incoherencias que un pibe dice frente a una cámara. También podemos ver los problemas vinculares de familias muy pobres, en donde aparecen mujeres por televisión, diciendo: “La viá matar a esa loca de mierda. Me robó a mi marido”.
Viendo expuesta esta degradación moral y esta impiadosa burla al analfabetismo y a la ignorancia, me hago estas preguntas:
¿Que consumimos detrás del glorioso rating?... ¿Que nos está sucediendo con nuestra salud mental?... ¿Que nos sucede que vemos esto?... ¿Por qué nos divierte tanto?... ¿No estaremos equivocados con lo que consumimos?... ¿No estaremos de pan y circo?
“Rating sagrado que entretienes a nuestro pueblo, danos nuestro pan de cada día”.
El espectáculo está servido. Los horarios y los canales ya los conoces… ¡PAN Y CIRCO!!!... o ¡CIRCO BEAT!!!... El circo está por empezar. Los payasos salen en escena. El poder de decisión se encuentra a su disposición, en la mano derecha o en la izquierda. El control remoto lo tiene usted… ¿Querés ver eso?... Preguntate por qué lo querés ver.
Finalizando esta humilde reflexión, te dejo un saludo y ojala haya aportado algo. Me despido de ustedes:

“¡BUENAS TARDES, MUCHO GUSTO!... ¡NOS VEMOS LA SEMANA QUE VIENE SI DIOS QUIERE!!!... ¡BUENAS NOCHES, AMÉRICAAAA!!!… ¡CHAU, CHAU, CHAU, CHAU, CHAUUUUUUUUUUU!!!

No, no. Mejor me despido como lo haría yo: ¡Hasta la próxima!

Andrés Belguich


RESPUESTA DE ALEJANDRO DOLINA A ANDRÉS

BELGUICH

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Postales de la vida diaria


Claro, si, si. Hay que compartir... OKEY, bien. Quiero emular a ¡Robin Hood!, porque parece que esta es la sana medida de la aceptación. Ahora bien: ¿Esta actitud tiene sentido? ¿Está bien quitarle al que más tiene para darle al que menos tiene? Estoy hablando de vos, si, si, de vos... de tí... de usted... de todos ustedes: "Amadores del billete y el canuto", que andan divagando en la última bolita de soja y mezquinando sobras. Me pregunto ¿Adonde van sus anhelos? ¿Adonde? 

Otra realidad social es la de este muchacho: Calza un tres ocho en la cintura, la gorra le tapa cuatro cicatrices en su rostro, flamea su mentón y gesticula al son del ritmo nasal. Polos opuestos que se entrelazan en el grande y hermoso centro comercial, construido sobre las vías de una añeja estación de tren.

Caminando de forma noctámbula observo el maravilloso show de cuatro gatos y tres ratones. También leyendas plasmadas sobre una pared: Una de red social, una de fútbol y otra que me llamó la atención, que decía: "¡Te cagaste puto!", "¡Te re cabió la punta!". Esto decora el astuto paisaje cotidiano del existir del caminante. No pretendo debatir sobre existencialismo. Estoy hasta la médula del humo de los autos, los gritos, las peleas y la música fuerte. Ya sé. Muchos creerán que estoy con la menopausia o que ando paranoico. La verdad es que no me gusta el comportamiento del humano. Como dice la canción: "Construiré una balsa y me iré a naufragar". 


(Leo Studnitz, guitarrista de NORTE)


FACEBOOK/NORTE
TWITTER@norte_ok

Norte - Eterna Compañía/Un Barrilete y un Fusil

viernes, 6 de diciembre de 2013

GRACIAS MANDELA

18:50 › 1918-2013

Murió Nelson Mandela



El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, confirmó la muerte del primer presidente negro de la nación africana, quien falleció en su casa de Johannesburgo a los 95 años. El Premio Nobel de la Paz, símbolo de la lucha contra el apartheid, había sido internado en el hospital de Pretoria el 8 de junio con una grave pulmonía. Desde principios de septiembre fue trasladado a su hogar. "Esta nación ha perdido un gran hijo", dijo el actual mandatario. Con 67 años de activismo político, 27 en prisión y cinco como primer mandatario, la tenacidad y su compromiso con la justicia, su defensa de la democracia, la igualdad racial y su mensaje de reconciliación convirtieron a Mandela en un admirado y respetado ícono global.

Fue la voz de uno de los mayores movimientos sociales del mundo en favor de los derechos humanos y logró atraer la mirada internacional hacia la Sudáfrica del apartheid, ejercido por los boers, los colonos originarios de Holanda, Flandes, Francia y Alemania. Muchos de sus compatriotas no olvidan que sus palabras, tras su liberación el 11 de febrero de 1990, devolvieron la esperanza a una sociedad desangrada por las luchas étnicas y la violencia de grupos paramilitares opuestos a un cambio de régimen: "Los saludo a todos en nombre de la paz, la democracia y la justicia universal", afirmó entonces Mandela, desde el balcón del Ayuntamiento de Ciudad del Cabo.

El carismático ex mandatario mantuvo viva hasta hoy su propia leyenda: la historia de un hombre que dedicó su vida a exigir respeto a los derechos humanos en un país castigado por un régimen de segregación racial impuesto por la minoría blanca en detrimento de negros, mestizos y originarios de la India.

Nelson Rolihlahla Mandela nació el 18 de julio de 1918 en Mvezo, una pequeña aldea de Cabo Oriental, sudeste de Sudáfrica, y estaba destinado a ser un consejero del regente del reino Thembu, perteneciente a la tribu Xhosa. Sin embargo, Mandela tuvo que trasladarse luego a Qunu, a 20 kilómetros de Mvezo, cuando su padre, un jefe tribal, fue expulsado por la autoridad colonial, y más tarde a la localidad de Mqhekezweni tras la muerte de su progenitor.

De educación occidental, aprendió a rebelarse contra las leyes tribales antes que contra el Imperio Británico. Motivado por su conciencia nacionalista, ingresó en el Congreso Nacional Africano (CNA), partido con el que alcanzó la presidencia de Sudáfrica décadas más tarde, convirtiéndose en el primer presidente negro de ese país.

En Johannesburgo abrió el primer despacho de abogados negros y apoyó la estrategia de resistencia pacífica del líder indio Mahatma Gandhi contra las leyes cada vez más opresivas del apartheid. La matanza de manifestantes en la ciudad sudafricana de Shaperville en 1960 fue el detonanate para que Mandela abrazara la lucha armada.

"Madiba" -nombre del clan de Mandela en lengua xhosa y con el que se le conoce popularmente en Sudáfrica-, viajó por Africa para recaudar fondos para el brazo militar del CNA, que él mismo dirigió. Fue detenido en 1962 y procesado en el Juicio de Rivonia, en el que fue condenado a cadena perpetua en 1964, hasta su puesta en libertad en 1990. Tras su discurso en Ciudad del Cabo, Mandela definió las pautas que hicieron posible la transición de la excolonia británica en un país libre y la reconciliación con el entonces presidente Frederik De Klerk, lo que les valió a ambos el premio Nobel de la Paz en 1993.

Cuatro años después de su liberación Mandela se convirtió, en las primeras elecciones multirraciales de Sudáfrica, en el primer presidente negro del país, cargo que ejerció hasta 1999. Ese mismo año abandonó la función pública, aunque a través de su Fundación -ahora el Centro de la Memoria Nelson Mandela-, el Fondo para la Infancia y el Fondo de la Lucha contra el Sida continuó desempeñando un rol político decisivo en el concierto internacional.

Los sudafricanos, tanto negros como blancos, lo veneran y celebran con orgullo cada año el día de su cumpleaños -18 de julio-, que coincide con el Día Internacional de Mandela, instaurado por la ONU en 2009. El carismático dirigente se retiró de la vida pública en 2004, y entonces hizo una advertencia a todo aquel que quisiera invitarle a algún acto político: "No me llamen, ya los llamo yo".

Mandela, quien estuvo bajo vigilancia médica desde 2011, había sido operado en diciembre pasado de cálculos en la vesícula y asistido por complicaciones respiratorias durante las más de dos semanas en las que estuvo internado.

Vivió sus últimos días entre Johannesburgo y Qunu, la localidad del este del país donde pasó su infancia. Su última aparición fue durante la ceremonia de clausura del Mundial de Fútbol de 2010 celebrado en su país.

Padre de seis hijos fruto de dos matrimonios, vivió hasta su muerte con su tercera esposa, Graca Machel, viuda del expresidente mozambiqueño Samora Machel.