sábado, 9 de julio de 2016

Perón, Favio, y los agentes del desquicio

Discepolín Vive – Teatro

Pablo Fossa y Juan Pablo Giordano, una dupla artística que recrea momentos de nuestra historia a través de la ficción mechados con tintes paródicos en la que se abren puertas a muchas contradicciones y situaciones confusas. Así nace Agentes del Desquicio. Una reflexión poética sobre la Masacre de Ezeiza; escrita por Pablo Fossa y Juan Pablo Giordano, y dirigida por Pablo Fossa. Con las actuaciones de Gustavo Di Pinto (Almirón), Jorge Ferrucci (Almada), Ariel Hamoui (Aguirre) y Romi Tamburello (Gutiérrez).
A tres años del estreno, Agentes del Desquicio sigue realizando funciones a sala llena todos los sábados a las 22 hs en Teatro La Morada (San Martín 771. P. A.).


La obra se desarrolla el 20 de junio de 1973, en el hotel de Ezeiza. Perón vuelve, luego de 18 años de exilio y en las inmediaciones del palco de bienvenida se organiza  un dispositivo de seguridad que tiene como finalidad detectar infiltrados comunistas en el movimiento peronista para sacarlos de juego. Las habitaciones del hotel Internacional de Ezeiza, (lugar en el que se desarrolla la obra), se transforman en lugares de detención y tortura y en una de ellas Leonardo Favio irrumpe y salva la vida de ocho jóvenes detenidos. En el trascurso de la obra estallan las contradicciones entre los personajes provocando la permanente sensación de que cualquiera puede ser un infiltrado.
Son cuatro personajes, tres de ellos son parte de lo que fue la seguridad del fallido acto de bienvenida: Almada, un policía retirado; Almirón, un militar separado del ejército y Aguirre un chofer de sindicato. El cuarto personaje es Gutiérrez, una joven militante universitaria que se encuentra secuestrada, junto a otros militantes en el hotel, sospechada de ser una infiltrada comunista en el movimiento peronista.

La violencia no está ajena en nuestra historia política como país en un movimiento con próceres, desaparecidos y muertos a lo largo de todas las épocas. Un movimiento popular con una carga histórica llena de romance y tragedia.
A 43 años de la Masacre de Ezeiza, el coautor Juan Pablo Giordano cuenta como surgió Agentes del Desquicio.

Juan Pablo Giordano: - Con Pablo Fossa que es el otro autor de la obra, además de ser el director, hace tiempo que venimos pensando en el peronismo. Hicimos una saga que se llama Argentina Arde que data desde el ´55 en adelante. Perón vuelve el 20 de junio de 1973 bajo la presidencia de Héctor Cámpora. ¿Qué pasa? En el acto de Ezeiza, la derecha peronista tenía la orden de sacar a tiros a toda la facción izquierda peronista. Lo que sucede es que no contaban con que el acto iba a ser tan masivo. Dicen que hubo más de dos millones de personas. La Argentina tenía 25 millones de personas en 1973, por lo que estuvo el 10 por ciento de la población. Esa fue la génesis de la Triple A. Lo más triste es que era supuestamente la época en dónde no iba a haber mas violencia. Ni se nos hubiera ocurrido pensar que faltaba lo peor. Entonces elegimos ese periodo para ver como se fue pudriendo lo que podría haber sido mejor, y tomamos una anécdota de Leonardo Favio que ni bien terminado el acto, la derecha peronista secuestró a una veintena de militantes Montoneros que fueron llevados hacia el Hotel Internacional de Ezeiza para torturarlos y matarlos. Favio se entera de esto y va al hotel. Cuando los ve torturándolos, amenaza con matarse si no liberan a los detenidos. Entonces pactan liberarlos a todos a cambio de que no cuente nada. Montoneros lo había acusado de haber pactado con los torturadores y Favio, en el año ´75, contó que también lo iban a matar a él. Lo que sucede es que el tipo era conocido, lo habían visto llegar, no se podían atrever  a matarlo. Entonces desde esa anécdota construimos la obra, porque podemos hablar de la militancia peronista de izquierda y de los tres elementos que formaban la derecha peronista que después fue la Triple A. Los militares retirados, los policías retirados y la juventud sindical. Esa Triple A que formó el comisario Villar con José López Rega pasó a ser grupo de tareas del gobierno militar. Había policías que habían sido retirados en el año ´70 y López Rega los reincorpora para ser parte de esa cruzada contra los zurdos. Estaba el componente esotérico y las invocaciones para que volviera el General. Hoy en día vemos que son tres tipos absurdos, son un mamarracho, pero leyendo cosas de la época no podemos creer que eso haya existido.

En la logosfera del universo setentista fluoresce no solo la presencia inmanente de los bigotes como insignia distintiva de la derecha del peronismo y los famosos peinados y vestidos de la época, sino también la portación de armas como herramientas de una política militarizada.

Juan Pablo Giordano: - También lo que nos llamaba la atención era el grado de confusión porque en realidad no había tanta diferencia entre un sector y el otro. Había peronistas de izquierda y peronistas de derecha que habían hecho el colegio secundario juntos y que haban militado en Tacuara. Entonces, ¿que es lo que los separa? Nos reíamos un poco de eso, nos reíamos tristemente, porque ellos decían: “¿Quienes son ellos?” “¿Somos nosotros?” “¿Somos ellos?” “¿Como nos reconocemos?”.

Giordano menciona el material fílmico La Batalla de Argelia como método de aprendizaje sobre cómo reconocer al enemigo. Almirón le dice a su compañero Almada: “Para los franceses era más fácil. Al que no hablaba francés ¡PUM! Un tiro y listo ¿Cómo los reconocemos si hablamos todos el mismo idioma?


Juan Pablo Giordano: - Hubo una película que acá fue muy vista: La Batalla de Argelia. La vieron tanto los ejércitos de izquierda como el ejército argentino. Incluso aprendieron métodos de tortura. Acá no actuó acto tanto la escuela de la Américas sino mas la escuela francesa, sobre como reconocer al enemigo. Hay una famosa foto en Ezeiza, del tipo que lo están agarrando de los pelos, que lo están subiendo y le gritan “¡Montonero!”, hasta que uno lo reconoce y dice: “No le peguen que este es de la UOM de Quilmes”. “Perdoná, no te reconocimos. Había un grado de confusión muy grande. Se dice que hubo cerca de “sesenta o setenta muertos” pero hubo más de doscientos. Y lo más triste es que los crímenes de la Triple A no fueron catalogados como crímenes de lesa humanidad. Nosotros reflexionamos sobre esto, es muy difícil pensar en lo anterior con la brutalidad del golpe del ´76, que fue tan brutal que nos escapa el pensamiento. Es demasiado grande, demasiado oscuro. Como que se chupa todo alrededor, entonces la Triple A queda ahí. El mismo 24 de marzo del ´76 se dice que hubo casi 3 mil desaparecidos, y la triple A solamente mató a 500 personas. No se puede comparar. Por eso es como que queda alivianado algo que no debería ser liviano, porque mataron a 500 personas, sin contar los que mataron en Ezeiza. Es una forma de pensar lo que fue luego el golpe. Esa parte del ejército y esa parte de la policía que después fueron los grupos de tarea que querían deshacerse de todo tipo de zurdos, con colaboración de algunos dirigentes peronistas.

En la etapa de un peronismo dividido, Fossa y Giordano resaltan los delirios de ambición y la creciente desconfianza interna de tres locos incoherentes e incongruentes, adoctrinando de acuerdo al método de la Escuela Francesa a una joven montonera en el Hotel Internacional de Ezeiza y el temor de que el contagio marxista afecte a la cúpula del movimiento peronista.

Juan Pablo Giordano: - Tenemos un personaje más o menos realista que es el de la chica y tres disparates que no se pueden clasificar. Un militar retirado, un policía retirado y un joven de la juventud sindical. Almada, Almirón y Aguirre, para parodiar a la triple A. Si lo ponemos en tono realista, el mismo tono que le damos a la chica no vamos a hacer nunca una comedia porque son tipos que hacen cosas que no nos podemos reír. Son tan brutales que no nos podemos reír. Los tenemos que volver paródicos. Nos tenemos que burlar de ellos porque sino no nos permite ningún tipo de reflexión. Entonces ponemos un anclaje realista que es la chica y tres locos chiflados que no tienen ni pies ni cabeza, totalmente estallados, en los cuales podemos a partir de eso narrar un montón de cosas. El tipo que es fanático del pichón de López Rega, un tipo mesiánico que aprende de poesías en contra de los zurdos, que tiene visiones y quiere hacer docencia con los jóvenes. De eso se trataba la Escuela Francesa, de tomar al subversivo y explicarle por medio de torturas que está mal lo que esta haciendo. Que si no cumple van a matar a los familiares. Un montón de cosas para que se adoctrine.
Ese rol de la juventud sindical fue muy triste porque ellos mismos después en el ´76 fueron presos y torturados. Ni hablar de que estaban buchoneando a compañeros de fábrica que no eran ni militantes ni montoneros ni del ERP pero que estaban a favor de la lucha obrera. Terminaron siendo victimas de la triple A y después victimas de la dictadura. Aguirre es un pobre pibe, un pibe que le prometen cualquier cosa y el piensa que va a crecer, el negrito que lo tienen ahí obedeciendo y nunca le van a dar nada. Esa es un poco la metáfora de los tres personajes.

PH: Nico Vives

lunes, 4 de julio de 2016

Gran Cuñado 2016: Ideología y entretenimiento

Discepolín Vive - Ideas

Por Francisco Manuel Lobo, Andrés Belguich y Andrés Venier

Gran Cuñado es una parodia del exitoso reality show Gran Hermano que se emitió en Showmatch por primera vez en el año 2001 en el antecesor Videomatch, ambas en relación a políticos. La nueva emisión de “Gran Cuñado” 2016 también es sobre políticos y algunos famosos entre los que se incluyen: José Ottavis y Vicky Xipolitakis, Mauricio Macri, Juan Manuel Urtubey, Sergio Massa, Horacio Rodríguez Larreta, Gabriela Michetti, Cristina Fernández y María Eugenia Vidal, entre otros. Para poder analizar este programa de TV, observamos por un lado los personajes que intervienen (sus características, ideología política, comportamiento y sus latiguillos) y su modo de ridiculización de acuerdo a sus defectos o exacerbación de virtudes.

Tinelli es el inventor del caño en televisión y de las nenas de diez años bailando reggaeton, pero es un interpretador y no un creador de macrotendencias sociales. La posibilidad y el éxito de “Gran Cuñado” se explican en buena medida por el profundo sentimiento antipolítico que prevalece en buena parte de la sociedad, que se alimenta de un elemento adicional: el mito del país rico que ya somos y la necesidad de responsabilizar a alguien por lo que ya no podemos ser.
Curiosa coincidencia. Tres semanas atrás, en una buena nota en La Nación, Beatriz Sarlo escribió que “Gran Cuñado” demuestra la dependencia mediática de la política no sólo en el sentido clásico (no hay política sin televisión) sino también en otro: “Ambos discursos, el de la caricatura y el de la mayoría de los políticos ‘reales’, son demasiado elementales, reducidos a un puñado de tics y de singularidades”. (“Una jodita para tinelli”. José Natanson. Página/12. Domingo 07 de Junio de 2009).


El personaje del actual Presidente de la Nación, Mauricio Macri (interpretado por Fredy Villarreal) fue el primero en ingresar a la casa de Gran Cuñado, revistiendo ciertas características físicas, de lenguaje y de gestos de manera exagerada. Se abren las compuertas y el personaje ingresa al estudio con su valija, dirigiéndose hacia Marcelo Tinelli mientras caen unos pocos globos amarillos. “Que sorpresa”, exclama el Presidente. A lo que el conductor responde: “Hay pocos globos. Yo pensé que iban a caer doscientos mil globos amarillos”.
Según Mattelart en “Los Medios de Comunicación de Masas”, hay un contenido manifiesto que transmite el medio de comunicación de masas y lo que importa es el contenido latente de estos mensajes. Es decir, nada es azaroso o improvisado. Toda acción remite un mensaje oculto. En este caso sería la disconformidad social hacia las acciones de gobierno implementadas por el presidente. La poca cantidad de globos amarillos que caen pone de manifiesto el entusiasmo general y la reducción de la imagen que representa. Es evidente que se trata de un mensaje implícito cuando Tinelli dice: “Yo pensé que iban a caer más globos”. Otra característica atribuida al personaje es la pésima modulación y sus problemas para articular a la hora de hablar.
En un momento, el periodista Diego Leuco le pregunta antes de entrar a la casa de Gran Cuñado sobre el contenido de su valija: ¿Va a entrar con la plata o la va a dejar afuera como la declaración jurada? A lo que Mauricio responde: “Traigo una muda de ropa que me hizo Juliana (su esposa) y traigo un oso de peluche que se llama Beto. Nada tiene que ver con lo que veto”. Esta declaración que forma parte del libreto, cuando Mauricio responde: “Se llama Beto pero no tiene que ver con lo que veto”, como si su función no fuese gobernar sino vetar leyes. ¿Podemos decir que hay una carga reaccionara sobre todo a los sectores que apoyaban la iniciativa de la Ley Antidespidos, la cual fue vetada por el presidente? Haciendo mucho hincapié en su discurso pacifista de no confrontar y de “unir a los argentinos” cuando por otro lado se produce un efecto adverso debido a los despidos masivos en el sector público y privado, los salarios bajos y el aumento de impuestos. Es de destacar un aspecto muy importante en el hecho de que el personaje blanco de burlas y parodias en el sketch se trata de un presidente en pleno ejercicio de su función, como sucedió con Fernando De la Rúa (2001) y Cristina Fernández (2009). Presidentes que fueron elegidos por el voto popular. ¿Se debe respetar la investidura presidencial? ¿Existe un límite para el humor? ¿Roza la burla también hacia el electorado que votó a ese funcionario?
Citando a Mattelart: “Todo lenguaje analizado a través del filtro de la ideología, aparece preñado de sentido ideológico, ya que revela la filigrana de una sociedad aprehendida en su totalidad así como la inmanencia de los intereses que dicha sociedad protege”.


Tinelli presenta a otro de los invitados a la casa de la siguiente manera: “Hoy viene el actual gobernador de Salta, una de las provincias más lindas. Referente indiscutido del PJ. Uno de los políticos con mayor proyección de cara a las próximas elecciones presidenciales. Es el galán de la casa”. Así ingresa Juan Manuel Urtubey (interpretado por José María Listorti) emulando el desfile de un modelo sobre una pasarela con gestos cancheros y una sonrisa radiante. Comienza a bailar y a cantar sobre la pista promocionándose como próximo candidato a presidente: “Hasta el 2019 y hasta la presidencia no paramos”. Sobre la pantalla de fondo se aprecian imágenes de su provincia mientras hace alusión en sus palabras a un cambio fuera del kirchnerismo: “Quiero decirles a los argentinos que la Argentina está en un proceso de cambio. Salta va a colaborar con ese proceso de cambio”. Durante la presentación, el conductor hace referencia a la pareja del gobernador, Isabel Macedo, siendo ella una famosa actriz. Un efecto similar se da en la pareja del diputado de La Cámpora, José Ottavis y su pareja en el reality, Vicky Xipolitakis, una escandalosa y mediática vedette. Esto denota la farandulización de la política.


Sergio Massa (Roberto Peña) ingresa al escenario bailando, luego hace a un costado su valija y despliega una coreografía con las bailarinas a su alrededor. Antes de despedirse repite en un par de ocasiones que hay que pasarla bien mientras podamos (en referencia al malestar social actual).

En una suerte de estereotipación, la promoción de un candidato que no proviene de Capital sino de una provincia del interior como lo es Salta, genera expectativas en la audiencia y una difusión de su provincia, como fue el caso de Carlos Menem, un cuadro político proveniente de La Rioja o Néstor Kirchner en Santa Cruz. Ese estereotipo social va acompañado de un asesoramiento de imagen que genera una mejor impresión hacia el futuro votante. No es lo mismo un candidato proveniente de la Capital que alguien del interior. “El estereotipo es la resultante de un modo de captación pragmática de la realidad, en la cual interviene la actitud emocional y volitiva de los individuos o grupos sociales. Por ejemplo, los estereotipos sociales que fijan cierta imagen de la clase obrera o de la clase superior, imagen capaz de guiar los comportamientos entre las clases sociales, se expresan en juicios de simpatía, de hostilidad o de indiferencia”. (“Los Medios de Comunicación de Masas. La ideología de la Prensa liberal en Chile”. Mattelart, Armand. Piccini, Mabel. Mattelart, Michèle).

Muchas veces se da el juego del pobre contra el rico, el poderoso contra el débil, etc. Esto permite identificarnos con lo propuesto por sus personajes y la oferta general del programa.

Ella multimillonaria, y del más alto nivel, termino la secundaria,
con un promedio de diez. Ese vago atorrante, que nunca tuvo un cospel, le puso el pecho de arranque, erizándole la piel. (Rodrigo – Ella multimillonaria)

Amor prohibido murmuran por las calles

Porque somos de distintas sociedades (Selena – Amor prohibido)

Siguiendo el análisis de Mattelart, “la ideología no es pues idéntica al estereotipo; tampoco está en relación de clase o de subclase, aunque la ideología y los estereotipos se hallen estrictamente relacionados y ejerzan influencia mutua una sobre otros. Porque así como los estereotipos influyen sobre la información de la ideología, las ideologías influyen sobre la formación de los estereotipos sociales.
Este conjunto de observaciones no permite añadir otra variable en la lectura ideológica del medio de comunicación de masas”.

Demás está aclarar que Showmatch es un programa de entretenimiento y el personaje del político no es el mismo que el personaje político real, más allá de que en algunos puntos pueda haber coincidencias. El personaje político en dicho sketch es algo dirigido, guionado, con una intencionalidad que responde a la lógica de la televisión y el político real intentará sustentar su credibilidad mediante sus decisiones. La pregunta es hasta que punto influye en el votante esa caracterización del estereotipo social del personaje.
Más allá de la (exagerada y en todo caso incomprobable) discusión acerca de los efectos electorales del sketch, lo central es que la amplia participación de dirigentes en el show confirmó la complicidad de la clase política con esta tendencia profunda.
Lo que llama la atención, en todo caso, es que dirigentes muy representativos, que han obtenido millones de votos, en algunos casos revalidados electoralmente más de una vez, acepten jugar bajo las reglas de la televisión, legitimando con su presencia y sus chistes forzados la posición de las celebrities sin reparar en el efecto despolitizador que se genera (de entre los grandes líderes nacionales, sólo dos –Cristina Kirchner y Elisa Carrió– han evitado caer en la trampa). (“De la tinellización de la política a la politización de Tinelli”. José Natanson. Página/12. Domingo, 22 de noviembre de 2009).

Si los medios son formadores de opinión ¿podríamos aseverar que el programa mas visto de la televisión argentina puede ser capaz de influenciar una decisión en la elección de un candidato? ¿De que manera un programa de entretenimiento que busca distraerte y hacerte reír puede marcar una ideología?


Entre los personajes en escena hay una clara diferenciación entre la exposición de los personajes Sergio Massa y Juan Manuel Urtubey, vistos de una manera simpática y confiable frente a un José Ottavis con baja estatura, políticamente acomodado, con ninguna predisposición al trabajo, haciendo también referencia a su ruptura en la relación con Victoria Xipolitakis y la posible vinculación con Moria Casan.
Puesto en consideración ¿habrá que hacer una lectura entre líneas para comprender el mensaje implícito detrás de cada estereotipo?
A modo de cierre, algunas palabras de Kurt Cobain al respecto:

Con las luces apagadas
es menos peligroso.
Aquí estamos.
Entreténgannos.
Me siento estúpido
y contagioso.
Aquí estamos.
Entreténgannos.

(Nirvana – Huele Como A Espíritu Adolescente)


Fuentes Consultadas:


  • (“Los Medios de Comunicación de Masas. La ideología de la Prensa liberal en Chile”. Mattelart, Armand. Piccini, Mabel. Mattelart, Michèle)
  • “Una jodita para tinelli”. José Natanson. Página/12. Domingo 07 de Junio de 2009
  • “De la tinellización de la política a la politización de Tinelli”. José Natanson. Página/12. Domingo, 22 de noviembre de 2009

sábado, 2 de julio de 2016

El neogrotesco recupera sus reglas

Discepolín Vive – Teatro



El neogrotesco, una corriente representativa en nuestra cultura que se popularizó en el teatro argentino durante los años setenta como pilar fundamental de nuestra dramaturgia, manifestando las virtudes y debilidades de una sociedad alienada por la publicidad en la que tener es más importante que ser. Los secretos y prejuicios ocultos bajo la alfombra empiezan a esparcirse hacia la luz como polvo, y las familias en su afán de mantener la sonrisa, que “acá no pasó nada”, descorchan el único champagne que les queda para tapar las viejas miserias y volar en el sueño del ascenso.

Tenerlo Todo (obra escrita por Sebastián Villar Rojas y Vanesa Gómez, y dirigida por Carla Saccani) es una clara interpretación de la realidad como bandera clavada en el altar de nuestra sociedad, en la que el humor se desprende de las situaciones grotescas y absurdas que fácilmente pueden identificarse con la vida cotidiana de cada uno de nosotros, y nuestras risas cómplices no son más que una afirmación en la que todos participamos aún sin estar arriba del escenario.



Una familia de nuevos ricos se reúne a celebrar la inauguración de un súper departamento con vista al río. Brian, el hijo menor, devenido recientemente en empresario gastronómico, demora en llegar.

La directora rosarina, Carla Saccani nos contó que la propuesta surgió por el director y dramaturgo Sebastián Villar Rojas, compañeros del Movimiento VEA Teatro Rosarino, que había escrito esa obra para el concurso de la Comedia Municipal de Teatro y no había sido seleccionado.

Yo le dije a Sebastián (Villar Rojas) dejame que lo dirija. Ahí comenzó el proceso de elegir a los actores, que me tomé bastante tiempo porque quería pensar bien el actor justo para cada personaje, comenta la directora. - Volví a trabajar con Marita Vitta en el personaje de Rita y con Juan Carlos Capello, que habíamos trabajado juntos en lo que fue “Caperucita, un espectáculo feroz” de Javier Daulte, y después con Mónica Toquero, que nos habíamos conocido en esto de la militancia por las comedias tanto la municipal como la provincial, y después los otros actores que son Macu Mascia, Lionel Fuentes y Marcos Cettour. Tres son actores en formación del laboratorio que coordino junto a Marina Lorenzo y Emmanuel Alanis que es el asistente de dirección, también parte del laboratorio. Después se suma Jorge Nieto, el escenógrafo más importante de la ciudad, con mucho para enseñar. Agustina López, la vestuarista, también hizo un trabajo increíble.




Tenerlo Todo: Viernes de julio a las 22 hs en Caras y Caretas (Corrientes 1518)