jueves, 25 de octubre de 2018

Una historia dramática en un show humorístico con un público activo


"Una diva, un show y una historia de la que serás parte", anuncia la producción de Última Canción en La Habana, un espectáculo varieté con tendencia al estilo y espíritu del formato café concert, con dos funciones realizadas desde su estreno este año y con tres funciones por realizar el sábado 27 de octubre y el sábado 3 y 17 de noviembre a las 22.30 hs en The House Bracco (Buenos Aires 1064). La obra está dirigida por Gigí Barrúa y cuenta con las actuaciones de Chula Vagione, Diego Moset y Mario Romeu.

Por Andy Belguich

Un espectáculo familiar cargado de humor en su forma con una pequeña historia dramática de fondo. Hay un contexto geográfico y temporal. Son los años `50 y estamos en Cuba con Fulgencio Batista al gobierno en medio de un evento artístico en un teatro en donde se desplaza una sexy y sensual cantante de boleros presentada por un mago que deslumbra con sus famosos trucos. Ambos son interrumpidos permanentemente por un inspector proveniente de los servicios de inteligencia que sospecha la presencia de enemigos del gobierno infiltrados entre el público. La música, la escenografía y la puesta en escena viajan en la misma sintonía.

¿Cuál fue tu desafío como directora?

Gigí Barúa: Yo empecé con esto que ya venía en proceso, o sea los chicos ya tenían la idea, tenían los textos, tenían trabajados los personajes, faltaba hacer un cierre a algunas escenas, algo más actoral, más desde lo chiquitito y bueno, yo estuve trabajando en estos últimos dos meses justamente para hacer eso. La cuestión más minuciosa, de pequeños detalles, mi trabajo fue llevado más a la acción dramática de todas las escenas. Aunque la escena sea chiquita, en cada una de ellas hay un mundo y yo trabajé sobre eso. Después la idea general estaba. La idea del comic ya estaba, ¿viste que aparece todo un mundo de comics ahí? De juegos también, que si bien ya estaba propuesto, faltaba desarrollarla. Yo lo desarrollé y fue muy fácil mi trabajo porque ya veníamos en un proceso de dos años de trabajar textos, de tener ideas de personajes así que agarré el final y fue como decir “bueno, ahora terminemos de preparar la torta y terminemos de decorarla” porque ya tenía todos los condimentos, estaba todo armado, así que fluyó todo rápido.

¿Cómo fueron los ensayos?

G. B: Mirá, se dio una cosita, yo hace un año atrás había visto un ensayo con otros actores y era una obra diferente. A veces viste que también pasa eso, tener a un actor diferente hace que los personajes sean diferentes, salvo el caso de Chula (Vagione) que interpreta a “Lupita”, la cantante, Chula cantaba igual, y ya me había gustado el trabajo y no tenía el final, no tenía algunas escenas resueltas pero el trabajo me había parecido interesante, me gustó la dinámica y cuando me propusieron terminar esto yo tenía muy claro porque ellos tenían muy claro lo que querían, entonces terminé de resolver la acción.

La parte técnica…

Sí, mi intervención fue más bien técnica. “La mirada va para acá, la mano va para allá”. Los movimientos, donde están ubicados los actores, qué hacen, cuándo lo hacen, todo está organizado. Eso para mí le da un plus de seguridad al actor y también a la obra. Aunque parezcan algunos momentos caóticos, el caos está organizado.

Algunas escenas dependen de la reacción del público, lo cual conlleva un margen para la improvisación…

G.B: Claro, también hay un espacio para improvisar. Hay momentos donde se puede improvisar tanto que hay una escena que se llama “la escena de la improvisación”, nosotros la llamamos “la escena bache”. La gente dice “ay, mirá que bien que resolvió el bache”. No era un bache, estaba pensado también. Hasta los momentos de improvisación estaban pensados y organizados.

El sábado 27 de este mes hacen su tercera función, ¿ya tienen fechas para noviembre?

Mario Romeu: Si, el sábado 3 y el 17 de noviembre también a las 20.30 hs en The House Bracco (Buenos Aires 1064).
G.B: Él escribió la obra (señala a Mario)
M.R: La idea fue crear un ambiente en donde el público se sienta protagonista de un varieté que tiene canciones, piezas de magia y hay una pequeña historia dramática.

Y un contexto temporal

M.R: Y un contexto temporal, exactamente.


domingo, 14 de octubre de 2018

La vida de Alejandro Magno al musical


Alejandro Magno, el rey de Macedonia, otra vez en el teatro con un musical que dejará al descubierto las verdaderas pasiones de quienes lo “amaron”. Una obra de Marcelo Rosa y Fernando Bachella con adaptación de Matt Lo Cascio.

Por Andy Belguich



Magno, la leyenda continúa, una producción del Grupo Arden que pone en escena la magnífica y perturbadora vida de Alejandro Magno. Conspiraciones, venganza, muertes, odio y amor, en una biografía no autorizada de quien supo conquistar Asia pero no pudo tomar el control de su vida, según describe la sinopsis de la obra musical dirigida por Matt Lo Cascio y Andrea Narvarte, con la asistencia de dirección de Nuris Pampiglioni y las actuaciones de Gabriela Obregón, Luciana Rodríguez, Rubén Deninno, Pablo Herrero, Franco Lesgart, Marcelo Longhi, Claudio Pavanetto y Agostina Cisnero. Quedan tres funciones los domingos a las 20.30 hs en La Sonrisa de Beckett (Entre Ríos 1051).

¿Por qué la elección de Alejandro Magno para ser el centro de la propuesta y cómo fue el entrenamiento con los actores?

Matt Lo Cascio: En primera instancia, yo no tenía planificado hacer ninguna obra este año hasta que vino Luciana Rodríguez que hace de Olimpia, la mama de Alejandro y nos ofreció a mí y a Andrea Narvarte, la otra directora, hacer una obra que ya existía desde el 2006, que se llamaba “Magno, un musical”. Nos trajo un libreto, nos pareció una figura interesante que no había visto nunca, más allá de Calígula, Alejandro Magno. Si bien Calígula retoma la figura, de hecho lo envidia mucho a Alejandro Magno, el busto conocido de Alejandro Magno tiene la nariz rota por Calígula, sus historias son muy similares, son dos personas que fueron enloqueciendo de alguna manera con el paso del tiempo. Si bien Alejandro Magno era un estratega increíble, evidentemente, había algo de su vida que lo estaba descarrilando un poquito, y me pareció interesante más que nada, no por Alejandro Magno, sino por todos los personajes que lo rodean. Cada personaje tiene su importancia y me pareció con mucho más textura los personajes que no fueran Alejandro Magno que Alejandro Magno. Como si Alejandro Magno fuera un rompecabezas que se forma con las partecitas de la gente que lo rodea y se va formando, primero con las ideas de su madre, el inculcarle que es hijo de Zeus, su padre, el querer hacerlo guerrero, Hefestión, en querer darle amor puro, que se deje querer, que quiera, Roxana, con algunos intereses extraños en la historia real pero acá casi con mucho amor; y cada personaje quiere algo del otro. Entonces me pareció mucho más interesante eso que la figura de Alejandro Magno así que nos dedicamos con Andrea (Narvarte) a trabajar ahí y a partir de esa decisión de adaptarlo porque en el texto la mayor parte de las cosas no estaban en la parte teatral, buscamos a los chicos que actúan por casting. Fuimos buscando en cada uno de los chicos, más allá de sus virtudes y de sus debilidades, que haya algo adentro de ellos que nosotros podamos explotar.

Trabajar sobre sus fuertes. En el caso de Agostina Cisnero (Roxana) el trabajo vocal por ejemplo…

M.L.C: Exacto. En el caso de Pablo Herrero (Alejandro Magno) el trabajo físico, en el caso de Pausanias esa tristeza y humillación, en el caso de Filipo ese porte de rey y del padre de todos, así te podría seguir enumerando a cada uno con sus virtudes. Fue un riesgo hacer esta obra y la verdad que ahora después del estreno te puedo decir que fue muy lindo, cómo que me siento orgulloso de ver lo que hicieron los chicos en vivo

¿Cuántas funciones quedan?

M.L.C: Quedan tres funciones más en La Sonrisa de Beckett (Entre Ríos 1051), los domingos 14. 21 y 28 de octubre a las 20.30 hs. Nosotros pedimos puntualidad más que nada porque es una obra larga, dura dos horas veinte, aproximadamente; y los sábados de noviembre (excepto el 17) vamos a estar a las 21 hs en el Teatro La Escalera (9 de julio 324).  


viernes, 5 de octubre de 2018

¿Qué serías capaz de hacer por un amigo?


Discepolín Vive – Teatro

Una comedia de la amistad que presenta a Jirafa y Gambetita, dos amigos que, de tan distintos, se piensan iguales y que darán la vida el uno por el otro. No lo pienses dos veces, una obra dirigida por Gonzalo Ortiz, con las actuaciones de Diego Enrique Lombardelli y Nicolás Ostoich, que se puede ver todos los sábados a las 22 hs en Teatro La Morada (San Martín 771).

Por Andy Belguich

Fotografía: Gonzalo Aranda

No lo pienses dos veces, una poesía de la amistad hecha comedia, dirigida por Gonzalo Ortiz y representada en el impecable trabajo actoral de Diego Enrique Lombardelli y Nicolás Ostoich, quiénes interpretan a Jirafa y Gambetita, una pareja de amigos fanáticos del futbol que fueron grandes jugadores en el club pero a causa de ciertos fracasos hoy se encuentran sin dinero y buscan soluciones impensadas para salvar el parripollo de Jirafa y poner en el geriátrico a la abuela de Gambetita.

¿Cuál fue tu búsqueda como director en No lo pienses dos veces?

Gonzalo Ortiz: La búsqueda fue simple, somos amigos, queremos hacer una obra juntos y ¿que nos une? el fútbol, el asado y la amistad. A partir de esa relación, empezamos a ensayar y surgió esta obra como creación grupal.

¿Cómo fue el trabajo actoral de ustedes en la composición de los personajes Jirafa y Gambetita? ¿Encuentran alguna identificación personal con ambos?

Nicolás Ostoich: En mi personaje (“Gambetita”) yo me basaba en mí mismo, un futbolista al borde del retiro, a ver cómo podía hacer corporalmente y cómo se podía manejar con Jirafa (Diego Lombardelli), que es un amigo de toda la vida, que fueron frustrados de chicos, que esperaban ser algo más y sin embargo no llegaron. Lo bueno que logramos con Diego (Lombardelli) es que ya nos conocíamos de antes y entonces hay una química muy buena al igual que con Gonzalo (Ortiz) que es el director. Eso yo creo que nos favorece a la hora de relacionarnos en escena. Sirve mucho ese contacto de alguien cercano, que uno es amigo y que ya sabe cómo propone.

 Diego E. Lombardelli: En el personaje mío que es Jirafa, un barrabrava, cuando empezamos a improvisarlo, buscamos palabras que identifiquen al estereotipo de barrabrava. El transero, el apretador, el heavy, el garca y en base a eso queríamos también corrernos de ese estereotipo y fui buscando por el otro lado, que a veces hasta se pone como un toque romántico o sentimental. Desde ahí fue la creación que fuimos construyendo. Un sentir mío que después fuimos compartiendo entre nosotros.

¿Cuántas funciones quedan?

G.O: Vamos a estar todos los sábados de octubre a las 22 hs acá en Teatro La Morada haciendo esta comedia de la amistad. Hasta dónde uno es capaz de llegar por un amigo y que quiere hacer realmente por un amigo y que no hace.