domingo, 27 de febrero de 2011

Testimonios de la represión durante 40 años del régimen de Gadafi


Los libios se refieren al período entre 1979 y 1988 como la década negra, por la fuerte represión desatada por el régimen.
Un joven ahorcado frente a la mezquita, un hombre torturado con picana eléctrica, otro hemipléjico por el trato recibido en prisión: los libios empiezan a exhumar con dolor los horrores de la represión sufrida durante 42 años bajo el régimen de Muamar Gadafi.

"Estuve detenido cuatro veces por oponerme al régimen. Quedé hemipléjico por las torturas que recibí en la cárcel", cuenta con muchas dificultades Mohamed Abdalá Alí desde su silla de ruedas en medio de la protesta eufórica que vive la ciudad de Bengasi (este), capital de la revolución contra Gadafi.

Alí conoce por dentro la cárcel de Abu Slim, en Trípoli, donde en 1996 unos 1.200 presos fueron asesinados por el régimen de Gadafi, según organizaciones de defensa de los derechos humanos y la oposición libia.

Además de medio cuerpo paralizado, Alí tiene el labio inferior hipertrofiado y es ayudado en forma permanente por una mujer.

Su presencia en las protestas es un ejemplo de la decisión de muchos libios de sacar a la luz el doloroso pasado enterrado por años de las víctimas de la represión del régimen en el poder.

En el caso de Samih el Atrach, un abogado de una familia tradicional de Benghazi, no fue él sino sus familiares directos quienes sufrieron por oponerse a Gadafi.

"Mi padre estuvo detenido y fue torturado. Mi hermano también estuvo encarcelado", dice este hombre que participa en las protestas organizadas en la segunda ciudad de Libia, situada a unos 1.000 km de Trípoli.

En Tobruk, otra ciudad en manos de la oposición 200 km al este de Benghazi, los testimonios también se multiplican y mucha gente habla por primera vez en forma abierta de ese tipo de hechos.

"Mi sobrino fue asesinado por Gadafi. Lo ahorcaron acá mismo, en esta plaza, por estar en contra del régimen. Como no murió enseguida, lo llevaron al hospital y lo mataron ahí con una inyección", recuerda con lágrimas en los ojos Abdalá Attiaw, sexagenario de Tobruk.

Según este hombre y otros testigos, la ejecución tuvo lugar en 1986, en pleno Ramadán, "una atrocidad todavía peor", señala Attiaw, teniendo en cuenta que se trata del mes de ayuno del calendario musulmán dedicado a expiar los pecados.

"En mi caso hablo de algo que pude ver. Porque la gente puede ver cuando se ahorca a alguien en una plaza. Pero además está todo lo que pasó en secreto, lo que nadie pudo ver, en las cárceles, en los cuarteles", agrega con pasmosa calma este hombre de unos 60 años que habla bien inglés.

No lejos de él, Idris Haddouth, de 55 años, recuerda como fue encarcelado y torturado entre 1982 y 1986.

"Pasé cuatro años en prisión. Me torturaron varias veces con picana eléctrica",afirma este hombre de rostro triste y más bien tímido.

"En esa época hubo mucha gente que fue asesinada por oponerse al régimen. A mí me liberaron, aunque al poco tiempo volví a la cárcel, antes de quedar libre en forma definitiva", indica.

Los libios se refieren al período entre 1979 y 1988 como la década negra, por la fuerte represión desatada por el régimen y en parte reconocida por el propio Gadafi en un discurso en mayo del último de esos años.

Sin embargo, de manera indirecta, fueron los hechos de la prisión de Abu Slim en 1996 los que desencadenaron la actual revuelta, iniciada en Bengasi por familiares de las víctimas de esa matanza que comenzaron a protestar el pasado 17 de febrero para exigir la liberación del abogado que defendía su causa, detenido días antes.

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