A 35 años del golpe militar, quiénes piden botas y mano dura son muchos pero no son todos. No se trata de una cuestión del pasado sino del presente. Hay más de 300 nietos que no se saben adonde están. Muchos funcionarios cómplices civiles que trabajaron para la dictadura, hoy ocupan cargos en algunos medios, en la justicia, en la política y en la seguridad, y son los mismos que hicieron desaparecer a Jorge Julio López, que asesinaron a Silvia Suppo, que manipulan la información y que no permiten que se sepa la verdad sobre los hijos adoptivos de Ernestina Herrera de Noble, para comprobar si son o no hijos de desaparecidos. No se puede cambiar el pasado, pero si esta lucha no la hacemos en el presente... ¿Cuando la vamos a hacer? (Andrés Belguich)