Las tropas de Muammar Khadafi retomaron los ataques contra las ciudades del este del país controladas por los rebeldes, ayer los oficiales del régimen aseguraron que habían recuperado Zawiya. Las fuerzas del líder libio abrieron fuego desde barcos de guerra y aviones de combate contra las localidades de Al Sidra y Ras Lanuf, de donde las opositores comenzaron a retirarse después de resistir desde el domingo. Mientras tanto, el Consejo Nacional de Transición, que representa la oposición en Benghazi, continúa negociando el reconocimiento de la Unión Europea, que mañana solicitaría la renuncia del líder libio. España reconoció que mantiene relaciones con los rebeldes. El régimen de Khadafi envió un representante a Grecia y a otros países europeos.
Después de los ataques realizados hoy por las tropas de Khadafi, fuentes médicas indicaron que uno de los ataques aéreos en Ras Lanuf alcanzó el estacionamiento del hospital local y un edificio de viviendas cercano. Al menos 17 personas resultaron heridas. En los alrededores de la ciudad petrolera se desarrollaron fuertes combates desde hace días entre los insurgentes y las tropas de Khadafi por lo que muchas familias abandonaron la ciudad.
Los rebeldes huyeron hacia el Este en autos y camionetas tras horas de ataques de artillería y al menos un ataque de la aviación de Khadafi y dijeron que era inminente la reconquista de la ciudad petrolera por parte del líder libio.
En Misrata, la tercera ciudad más grande del país después de Trípoli y Benghazi, la situación era calma. Un portavoz de los insurgentes indicó que faltan medicamentos. El canal de noticias árabe Al Arabiya informó que en Zawiya, al oeste de la ciudad, prosiguen los enfrentamientos.
El diario "Al Bayan", que se edita en Dubai, informaba en base a fuentes cercanas a Khadafi que el líder libio podría estar dispuesto a marcharse al exilio, supuestamente consternado porque tras el inicio de la revuelta, varios de sus hombres de confianza le han dado la espalda.
Khadafi teme ahora, según la información, un ataque aéreo de algún "traidor" de entre los militares de la Fuerza Aérea contra su residencia en Trípoli y por ello está considerando abandonar la capital libia. En concreto estaría pensando en exiliarse en Chad o Níger.
Mientras tanto, un representante del líder libio se entrevistó en Atenas con el viceministro de Asuntos Exteriores griego, Dimitris Dollis. El encuentro entre Mohamed Tahir Siala y Dollis se llevó a cabo de acuerdo con la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, quien esta semana ya se reunió con el titular de la cartera de Exteriores. La reunión duró una hora y media y el representante libio reiteró las posiciones de Khadafi.
El martes por la noche, el dictador había hablado por teléfono con el primer ministro de Grecia, Giorgos Papandreu, para advertirle que respondería a una intervención en su país. Además de este encuentro en Grecia, otros representantes libios están realizando reuniones similares en otros países europeos.
Paralelamente, un emisario del gobierno español se reunió recientemente en la ciudad de Benghazi. El encargado de mantener ese primer contacto fue Pablo Yuste, jefe de la Oficina Humanitaria de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), un organismo adscrito al Ministerio de Asuntos Exteriores.
Su misión fue "tomar la temperatura" de la zona rebelde, indicaron fuentes de la cartera. La confirmación de este viaje coincidió con la decisión del gobierno de Francia de reconocer oficialmente el Consejo Nacional de< Transición (CNT) como el único "representante legítimo del pueblo libio".
En cuanto a la posibilidad de que España siga este ejemplo, fuentes gubernamentales apelaron a la prudencia y señalaron que este debe ser un paso consensuado por los 27 países de la Unión Europea (UE).
La principal petición que los rebeldes hicieron a Yuste fue precisamente que Madrid reconozca al CNT como gobierno legítimo de Libia, informó el diario "El País". El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, dio instrucciones la semana pasada, durante una gira por el golfo Pérsico, de que se estableciera contacto directo con los dirigentes de la insurgencia que se enfrentan al líder libio.
España no es el único país que ha mantenido contactos con el nuevo poder revolucionario libio, pero probablemente sí es el primero en haberlo hecho en territorio del propio país norteafricano.
El avance de esas negociaciones permitió que el canciller francés, Alain Juppé, adelante que el documento de la UE que se aprobaría mañana exigirá a Khadafi que abandone "sin más dilación" el poder. Mientras que su homólogo germano, Guido Westerwelle, aseguró que "un hombre que lanza una guerra civil contra su propia población es alguien acabado".
En el borrador del texto de la UE al que tuvo acceso la agencia DPA, se afirma que "el coronel Kaddafi debe renunciar de inmediato (...) Libia debe emprender (una vez que se marche) una transición ordenada a la democracia".
Sin embargo, fuentes diplomáticas indicaron que esperan que en el encuentro se produzca un acalorado debate en torno a esta demanda directa. Es muy raro que los 27 mandatarios de la UE insten a un gobernante a que deje el poder. Durante las recientes protestas en Túnez y Egipto, por ejemplo, el bloque no demandó la salida del presidente, sino que exigió una solución democrática.
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