miércoles, 2 de marzo de 2011

Los que se gestan con un pan bajo el brazo

Fue el anuncio más importante del discurso que se extendió por más de una hora y media. También anticipó proyectos legislativos en materia de adopción y venta de tierras. Y negó con ironía una posible reforma constitucional.


 Por Miguel Jorquera
Frente a la Asamblea Legislativa y por una hora y cuarenta minutos, la presidenta Cristina Kirchner repasó en números macroeconómicos los logros alcanzados a lo largo de sus tres años de gestión y los cuatro de Néstor Kirchner. Pero la última media hora fue la más jugosa de la intervención con que CFK abrió el año parlamentario. Anunció que a partir de mayo ampliará la Asignación Universal por Hijo a las embarazadas a partir del tercer mes de gestación, rechazó la propuesta de una reforma constitucional para una reelección presidencial indefinida y volvió a agregar suspenso sobre su postulación: “¿Alguien me escuchó decir que voy a ir por la reelección en 2011?”, sostuvo y con ironía pidió a la oposición que “no se hagan los rulos”.
En su discurso también hubo un llamado de atención para los gremios del transporte, entre los que incluyó a los trabajadores de Aerolíneas Argentinas. Pidió “reflexión a los compañeros de los sindicatos” y les planteó “no emplear las mismas prácticas monopólicas” de las corporaciones que “someten como rehenes a los usuarios”. Pero cuestionó con cierto humor al Congreso por dejarla sin Presupuesto y hasta criticó la producción legislativa. En medio de los reproches de algunos legisladores opositores, también pidió que aprueben la ley del peón rural “para terminar con el flagelo del trabajo esclavo” y la ley penal tributaria, en medio de duras críticas a la evasión impositiva. Luego afirmó que enviará al Congreso proyectos de ley sobre la trata de personas, la extranjerización de las tierras y una nueva ley de adopción.
La Presidenta llegó puntual al Congreso donde, además de la comisión legislativa de recepción, la esperaban en la plaza distintos movimientos sociales K, gremios y militantes de los municipios del conurbano que se habían concentrado desde temprano para llevarle su respaldo. Atravesó varios salones antes de llegar al recinto de la Cámara de Diputados flanqueada por el vicepresidente Julio Cobos, el presidente provisional del Senado, José Pampuro, y el presidente de la Cámara baja, Eduardo Fellner. Sin demoras, más que dejar un tiempo para el trabajo de los fotógrafos, CFK comenzó su alocución diez minutos antes del mediodía, la hora prevista para el inicio de la Asamblea Legislativa.

Cifras

Fiel a su estilo, y con sólo un ayudamemoria lleno de cifras sobre el estrado, la Presidenta empezó a repasar los números macroeconómicos de lo que denominó “el crecimiento con inclusión social más importante de la historia”. Recordó que Kirchner fue quien sentó en 2003 “las bases de la acumulación económica con inclusión” y que en 2010 “se construyeron las certezas de que era el modelo indicado para que Argentina creciera como nunca”. La mención a Kirchner desató una ovación y cánticos en las tribunas que emocionaron a la Presidenta. Fue el primero de los 86 aplausos que arrancó el discurso.
La Presidenta señaló también los records de recaudación, el superávit primario permanente y la acumulación de reservas que alcanzaron el año pasado 52.350 millones de pesos. Marcó que lo “paradójico” de ese crecimiento es que se dio en “el primer año en que utilizamos las reservas para pagar deudas y no solicitar crédito a organismos internacionales”. Luego destacó que el “de-sendeudamiento” revirtió la ecuación sobre el peso de la deuda externa. Subrayó la “recuperación del crédito popular” y el “buen clima de negocios que se generó” en el país, que quedó plasmado en los balances de bancos, empresas e inversores.
También utilizó los números macro para replicar los pronósticos “agoreros” que afirmaban que la Argentina iba a tener que importar carne y maíz. CFK afirmó que la cosecha record de trigo trepó a 14 millones de toneladas y se exportaron carnes por 1200 millones de pesos. “Afortunados los que tengan las vaquitas, como dijera don Atahualpa Yupanqui”, cerró en tono zumbón.
Afirmó que a pesar del record de facturación “en blanco”, “no podemos ignorar el desafío de vencer a la evasión fiscal y pidió al Congreso la sanción la ley penal tributaria “para que los que evadan vayan presos”. Un pedido que se extendió a la ley de lavado de dinero, porque advirtió que el país podría ser condenado por el GAFI, “no por el Ejecutivo sino porque no se aprobaron las leyes”. A la oposición no le gustaron nada esas críticas (ver página 8).

Definiciones

Distendida, después de destacar la ley de movilidad jubilatoria, la cobertura social del “96 por ciento” para la tercera edad y el “impacto social” de la Asignación Universal por Hijo, la Presidenta mostró su as en la manga al anunciar que extenderá dicha asignación a las embarazadas desde el tercer mes de gestación. “Vamos a seguir apostando a la vida”, lanzó. Una medida que se aplicará a partir del 1º de mayo, después de que la Anses se descongestione de las presentaciones de certificados de escolaridad y vacunación que los beneficiarios de la AUH realizan durante los meses de marzo y abril. Las consignas que bajaban desde las gradas para recordar a Kirchner volvieron a emocionar a la Presidenta.
Luego hizo referencia al Parlamento, que con “diferencias y matices, que es bueno que las tenga”, sancionó la ley del matrimonio igualitario. “Vieron que no pasó nada. A nadie lo obligaron a casarse, cada uno hace su elección libremente”, cerró para quitarle dramatismo al debate que generó el proyecto.
Renglón seguido marcó su condición de minoría parlamentaria para soltar una crítica y desmentir versiones. “Si soy la primera presidenta sin presupuesto que se vota por mayoría simple, ¿cómo voy a lograr una reforma constitucional para la que se necesitan los dos tercios? ¿A quién se le ocurre lo de la reforma constitucional? ¿Alguno me ha escuchado decir a mí que voy por la reelección en 2011? No se hagan los rulos”, cerró CFK para negar que buscará la re-reelección. En medio de su explicación retó a Cobos (ver aparte). Atribuyó las versiones a “campañas difamatorias”. Recordó la “teoría” que le atribuía a los Kirchner un plan para perpetuarse en el gobierno por turnos entre Néstor y Cristina. “¿Alguien podía decir en 2007 lo que iba a pasar en 2011? Hasta parece un chiste de humor negro”, clamó.
Tampoco dejó pasar por alto los pronósticos que se hacían después de que el oficialismo quedara en minoría en el Congreso. “Que iba a existir una vetocracia. Que me iba a llamar ‘Betina’ en lugar de Cristina”, volvió a recordar la Presidenta antes de soltar un ranking de vetos donde se ubicó apenas por encima de Néstor Kirchner y por debajo de Raúl Alfonsín. Sin nombrarlo colocó a Eduardo Duhalde en la cima de los presidentes que más vetaron leyes. Pero aseguró que “el record de records lo bate el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”, en referencia a Mauricio Macri, ausente en el recinto.
“Soy una de ustedes, no voy a estar eternamente sentada en este lugar”, dijo dirigiéndose a diputados y senadores opositores, a los que les reprochó la “peor producción legislativa” durante 2010 cuando se transformaron en mayoría en ambas cámaras del Congreso. Y marcó como uno de los logros más importantes de las gestiones del kirchnerismo que “los políticos hemos vuelto a recuperar la iniciativa política” y que “la Casa de Gobierno no la manejan las corporaciones”.
En el ping pong de temas no se olvidó de la inseguridad, tema que ranquea alto en las preocupaciones ciudadanas según las encuestas. Recordó la creación del Ministerio de Seguridad y pidió que al tema se lo saque de la discusión electoral. “No debe tener ideología no someterse a fines electorales”, definió. Como una de las medidas que tomará, habló de la necesidad de tener más policías en las calles y menos en tareas administrativas, uno de los motivos por los que la Policía Federal dejará de confeccionar documentos: el nuevo pasaporte será ahora responsabilidad del Ministerio del Interior. Recordó en ese sentido el paso que se dio con la confección del DNI y recordó las épocas en que para apurar ese trámite había que tener algún amigo en la policía o era necesario pagar alguna coima.
“Quiero agradecerles a todos el esfuerzo –continuó la Presidenta más conciliadora– y pedirles las sanciones de las leyes de promoción de software, del peón rural, del trabajo domiciliario.” Pero antes de terminar el agro-diputado radical Pablo Orsolini reclamó desde su banca una ley para frenar la extranjerización de las grandes extensiones de tierras. CFK recogió el guante y dijo que enviará un proyecto sobre la tierra, pero pidió a los legisladores una ley inteligente “que no signifique desalentar la inversión extranjera: ni xenófoba ni chauvinista”.
Aunque agregó a la lista la necesidad de sancionar una nueva ley de adopción, que dijo haber charlado con el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, para “que proteja a los menores y evite que las familias desesperadas por tener un hijo terminen cometiendo actos ilegales”. Un nuevo aplauso siguió a la propuesta y la Presidenta dejó inaugurado el 129º período legislativo del Parlamento. Un año legislativo que estará atravesado por un disperso calendario electoral que recién terminará el 23 de octubre.

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