PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN CRISTINA FERNÁNDEZ EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN DEL SEGUNDO MURAL DE EVITA, EN LA GALERIA DE LOS PATRIOTAS LATINOAMERICANOS.
Muchas gracias, los están mirando todos los cancilleres; muy buenas tardes a todos y a todas; señores y señoras cancilleres de la América latina, Asia del Este y también Oceanía en esta 5ta Reunión de FOCALAE y a los Jefas y Jefes de delegación de todos estos países, a numerosas figuras que hoy nos acompañan de organismos de derechos humanos y también históricos militantes del peronismos: recibimos hoy a todos ustedes y les damos la bienvenida, en nuestro país, precisamente en este lugar emblemático de la Casa de Gobierno, que es la Galería de Patriotas Latinoamericanos, que inauguráramos, el año pasado, cumpliendo en Bicentenario, donde muchos de los países de Latinoamérica precisamente conquistaron su libertad. Y queremos recibirlos, aquí también, con el homenaje a una mujer, en un lugar también emblemático, de la Ciudad de Buenos Aires, que es el Ministerio de Obras Públicas y la imagen de Eva Perón, lugar donde Evita tuvo su 17 de octubre; su Cabildo Abierto, del 22 de agosto, donde la Confederación General del Trabajo le ofreciera precisamente su candidatura a Presidenta y ella renunciara, en forma indeclinable, un 31 de agosto, del mismo año, por la cadena de radiodifusión.
Creo que es muy importante que hagamos un breve raconto de lo que han sido estos 200 años de historia, en América latina y en el mundo, y fundamentalmente, las luchas por las libertad que duraron buena parte del siglo XIX y las del siglo XX, que fueron tal vez también tan duras como las del XIX y que tuvieron lugar en su gran mayoría una pelea muy fuerte por lograr la independencia y el desarrollo de nuestras sociedades. Crecimiento y desarrollo que tuvo lugar precisamente- por ejemplo – en nuestro país durante la primera presidencia y segunda presidencia del General Juan Domingo Perón, y del cual Eva fue una revolución dentro de la misma revolución, y es el homenaje que hoy queremos también brindarle desde aquí a pocos días, el 9 de septiembre, de cumplirse la sanción de la Ley 13010, sanción que permitió que las mujeres pudiéramos votar en la República Argentina. (APLAUSOS). Ha recorrido un largo camino muchacha y acá no solamente votamos, sino también que se nos ocurren cosas como ser Presidente del país también y Presidentas. Así que en buena hora y recibir a todas las delegaciones en un momento también muy especial del mundo y de la región; de la región que ha tenido un fuerte crecimiento durante los últimos años, que ha permitido también que millones de compatriotas latinoamericanos pudieran incorporarse a la producción, al trabajo, al consumo en definitiva.
Un crecimiento que hoy vemos en cierta medida con luces y sombras, a partir de una crisis que nos viene desde afuera, desde los países desarrollados donde han fracasado los paradigmas, que intentaron instalarse como pensamiento y verdades únicas y que realmente comprobaron, una vez más, que los dogmas sólo sirven para la religión, pero nunca para la política y mucho menos para la economía y las sociedad. (APLAUSOS).
Hoy aquí estamos representados el 30 por ciento de la economía mundial; el 40 por ciento de la población mundial y el 40 por ciento del intercambio comercial del mundo. También 8 de los países integrantes formamos parte del G-20, el foro ampliado – a partir de la crisis del 2008 – que seguramente nos encontrará este año en Cannes con nuevas discusiones y nuevos debates ante una crisis que viene reciclándose así misma, pero que evidentemente las medidas que se han aplicado - tal cual algunos lo habíamos manifestado oportunamente en las reuniones – no han dado resultados.
Por eso queríamos darles a todos ustedes la bienvenida, sé que van a discutir – porque así me lo adelantó nuestro canciller – las propuestas de reformas al Fondo Monetario Internacional, algo que viene discutiéndose ya y que es hora de pasar también de las propuestas a los hechos concretos. (APLAUSOS). También discutirse la reforma de la Carta de San Francisco, concretamente de Naciones Unidas, y también específicamente de un Consejo de Seguridad que no ha dado los resultados esperados, sobre todo cuando han cambiado fundamentalmente la condiciones que generaron, en 1945, en la post-guerra, ese Consejo de Seguridad en un equilibrio en un mundo bipolar y siempre al borde, en ese entonces, del holocausto nuclear, con lo cual había una razón de ser de ese Consejo de Seguridad.
Y aquí estamos humildemente, desde la Argentina, haciendo las cosas de acuerdo… me están torciendo el cuadro de Don Víctor Haya de la Torre, se me va a enojar el canciller de Perú, por favor, enderezarlo, los fotógrafos ahí, gracias. (APLAUSOS). No queremos tener acá un problema con el canciller peruano. Pero realmente creo que es hora de discutir y también ver a nuestra propia historia. Miren yo recién mencionaba a Haya de la Torre, un movimiento también absolutamente regional, latinoamericanista, el Aprismo; el peronismo, encarnado en la figura de Perón y de Eva.
El otro día me acuerdo y quiero contarlo como anécdota acerca de estás discusiones de paradigmas y de qué es, estábamos recibiendo la visita del Presidente Juan Manuel Santos, de Colombia, y en el almuerzo que le ofrecimos, en el Museo del Bicentenario, en un momento dado de la charla, realmente muy amena, comenzamos a hablar del peronismo y el Presidente Santos nos preguntó qué era el peronismo. Ahí se ríe Kunkel, estás ahí de veterano también, con ponchito de veterano Kunkel, realmente hacés muy bien, los chicos crecen. Y Santos nos preguntaba acerca de qué era el peronismo. Y le decía necesitaríamos una hora, un día, un año, no sé y yo intenté explicarle históricamente el surgimiento del peronismo. El peronismo había surgido no solamente por condiciones locales propias, regionales sino también como todos los movimientos que se generan no solamente por la interacción de factores locales, sino también por la interacción de estos factores con el mundo que circunda a un país. Y el peronismo, precisamente, había surgido - le explicaba al presidente Santos - cuando en Yalta, los vencedores en la Segunda Guerra Mundial, se reparten el mundo y el peronismo surge como una tercera posición que no adhiere ni al estatismo socializante que pide que el Estado sea el propietario de todo ni mucho menos tampoco al liberalismo que era lo que reinaba, digamos, en el bloque de los aliados que habían salido a vencer.
Así que, surge como una tercera posición que dice que no puede ser todo mercado ni tampoco puede ser todo Estado y que el 50 por ciento, por lo menos del PBI, tiene que ir para los trabajadores y el otro 50 por ciento para el capital.
Entonces, me mira muy sorprendido el presidente Santos y me dice: “Ah, pero yo puedo ser peronista entonces, yo adhiero a eso” dice. Y me dice –esto es cierto, estábamos acá con Ángela- y me comenta una frase que fue el eslogan de su campaña, más que el eslogan, el contenido de su campaña que me impactó mucho, me gustó y me dijo: “Sí, eso se parece mucho a lo que yo dije durante la campaña: el mercado hasta donde se pueda y el Estado hasta donde se necesite”.
Y debo reconocer que a mí también me gustó lo que dijo y la síntesis que hizo y tiene que ver, entonces, con una visión, una nueva visión que conoce también raíces históricas como todo lo nuevo, siempre viene impregnado de las raíces, nada es absolutamente nuevo, si no, es una burbuja que nació de ninguna parte. Lo nuevo siempre reconoce raíces y yo creo que está, precisamente, en nuestras raíces, en nuestras propias idiosincrasias, generar nuevos paradigmas y nuevos modelos que no son transportables ni de una región ni de un país a otro, sino, simplemente, son eso, reconocernos cada uno en nuestra propia historia.
Debemos decir que esta región, Latinoamérica y el Asia del Este, son regiones muy equilibradas; nos importamos y nos exportamos mutuamente algo así como 12.400 millones de dólares en el intercambio comercial, tenemos mucho equilibrio. Y yo creo que, tal vez, una de los paradigmas que debemos volver a levantar en el mundo, es el equilibrio precisamente. Porque cada vez que se ha roto el equilibrio en una sociedad, en un país, en una región, en el mundo, toda vez que uno ha querido elevarse e imponerse sobre el resto para sojuzgarlo, para poner mejores condiciones para él y peores condiciones para los demás, siempre, indefectiblemente, en la historia de la humanidad han sobrevenido crisis. Y esta crisis, precisamente, reconoce, entre otras, una causa fundamental que es la ruptura del equilibrio, del equilibrio que debe existir, no solamente en las sociedades, sino también en el mundo. En las sociedades porque es necesario que la mayor cantidad de ciudadanos, de ser posible la totalidad de sus ciudadanos, participen del bienestar y de una mejor calidad de vida. Y esto también es aplicable a todos los países en el mundo. Y por eso, roto el equilibrio, cuando alguien se impuso sobre el resto y un modelo y una idea se impuso sobre el resto y rompió ese equilibrio, finalmente pasó lo que pasó.
Por eso, creo que uno de los desafíos más importantes que vamos a tener y que van a tener ustedes en la discusión, será, precisamente, tratar de encontrar nuevos paradigmas, dar nuevos debates que nos permitan restablecer el equilibrio: el equilibrio entre el Estado y el mercado, el equilibrio fundamentalmente dentro de las propias sociedades y también entre los propios países.
Yo estaba viendo los números y seguramente ustedes los van a ver en sus discusiones y debates y pensaba en ese 50 y 50 que proponía Perón allá en el 45 y uno ve, por ejemplo, las crisis en los países desarrollados, la formidable concentración del ingreso en Estados Unidos: el 1 por ciento de la población controla el 40 por ciento de la economía y se queda con el 25 por ciento del PBI. Díganme si eso no es una ruptura, casi un quiebre formidable de los equilibrios.
Por eso creo que hay que encontrar y cuando uno logra el equilibrio a que las propias personas…el yin y el yang le dicen algunos, ¿no?, no sé, por allí escuché que eso es el equilibrio, estamos medios onda zen, ¿no? Creo que es bueno para todos lograr el equilibrio.
Y bueno, nada, decirles que estamos muy contentos de que se realice en nuestro país, la República Argentina, esta quinta reunión y que esta es su casa y que, seguramente, de los debates y de las discusiones, van a poder obtener conclusiones nuestros cancilleres que luego alcanzarán a los jefes y jefas de Estado para, precisamente, en todos los foros y también en todos nuestros países volver a restablecer el equilibrio.
Aquí en la región, hemos dado muestras de que podemos ser equilibrados; hemos tenido situaciones de conflictividad, me refiero a la América del Sur, hemos tenido situaciones difíciles de tensión regional y las hemos resuelto nosotros a través de nuestros propios organismos, canalizando nuestras propias instituciones supranacionales y muchas veces, ni siquiera consagradas con demasiada institucionalidad en términos de aprobación de instrumentos o documentos, pero sí ratificados y legitimados políticamente por todos y cada uno de los países que conformamos parte, que aceptamos también que se canalizaran a través de esos espacios, los conflictos y los problemas que teníamos, sin pretender erigirnos en ejemplo de nada.
Creo que hemos dado, no solamente la América del Sur, un salto cuantitativo en lo económico, sino un salto cualitativo en lo político, en lo institucional y en lo regional.
Invitamos a todos los países del mundo también, a hacer un esfuerzo entre todos para que este salto cualitativo, este salto cuantitativo también pueda verse en otras regiones. Hay millones y millones en nuestro planeta que esperan que sus dirigentes, que sus gobernantes ejerzan representaciones y liderazgos que los saquen de la miseria y de la pobreza.
Creo que ese es el compromiso que debe movilizarnos a todos, hombres y mujeres, desde los más encumbrados puestos que podemos tener merced al voto popular, hasta todos aquellos que ocupan lugares en instituciones sociales, sectoriales, corporativas para lograr el objetivo que tenemos que tener todos en política y en la vida y en general, que es asegurar que nuestro prójimo viva también un poco mejor todos los días, porque es también asegurarnos nuestra propia calidad de vida.
Muchísimas gracias, bienvenidos a la República Argentina y gracias por acompañarnos en la inauguración de esta obra y en este homenaje a Eva Perón.
Muchas gracias a todos. (APLAUSOS)
CFK: Recibimos en Casa de Gobierno a los cancilleres de América Latina y Asia del Este, e inauguramos el segundo mural de Evita en la cara Norte del edificio donde funcionan las carteras de Desarrollo Social y Salud.
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