jueves, 10 de noviembre de 2011

¿Exceso de pensamiento?



Jueves 10 de noviembre de 2011

Juventud y política. ¿Por qué molesta tanto la juventud que participa en política? ¿A quiénes les molesta? ¿A qué le temen?

La juventud vuelve a ocupar el escenario político, luego de haber sobrevivido a las dictaduras, al vacío cultural de los 90 y principios del 2000. Se puede decir que encontraron nuevamente un lugar en la política, pero, aún así, sufren serias restricciones en su avance por el cambio.
En Junín, a vísperas de las elecciones para el Centro de Estudiantes, los militantes de “La Cámpora Junín” fueron boicoteados por la hegemonía imperante en el manejo político de la universidad, desde la creación del Centro de Estudiantes, en la Escuela de Ciencias Naturales.
En las elecciones del día de la fecha, en las cuáles se vota Presidente, Secretario y Vocales del Centro de Estudiantes Universitarios de UNNOBA, estudiantes y militantes denunciaron una desviación por parte de Franja Morada, de los fondos del Centro de Estudiantes, para su propia campaña, contando así con el apoyo total de las autoridades. Aparece otro nuevo obstáculo en escena, que impide a los jóvenes participar en un acto eleccionario.

La Cámpora Junín es una agrupación que tiene representación en todos los frentes estudiantiles: Secundarios, Terciarios, y también en la Universidad del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (UNNOBA), hace seis meses.

Los militantes manifestaron: “El viernes 04 de noviembre, a la hora de presentar nuestra lista para la escuela de Ciencias Naturales, previa consulta, nos informaron en dicho instituto que debíamos presentarlo al día siguiente, hasta las 15 hs como último plazo. Fuimos al día siguiente a las 15 hs (como nos indicaron), llevamos las listas completas, los 150 avales y el diseño de la boleta. De repente, nos argumentaron que nuestra lista no podía ser oficializada porque los plazos establecidos se habían vencido, cuando en realidad, estábamos dentro del horario que ellos mismos nos habían informado el día anterior”. Como quién diría: “Manos que se lavan en desentendimientos por Pilatos de escritores”.

¿No estamos frente a un intento más de despolitizar a la juventud? Están descolocados porque no pueden concebir que hoy la juventud vuelva a recuperar la actividad política. Entonces, por temor al “fantasma de la subversión”, los jóvenes militantes son silenciados con políticas de censura como la impugnación del voto o la sanción. El objetivo es simple: Callar voces opuestas. Que los privilegiados sean solamente los mismos de siempre. Pero como decía Arturo Jauretche: “No es posible quedarse a contemplar el ombligo de ayer y no ver el cordón umbilical que aparece a medida que todos los días nace una nueva Argentina a través de los jóvenes... No se lamenten los viejos de que los recién venidos ocupen los primeros puestos de la fila; porque siempre es así: se gana con los nuevos”.

Eso explica la visión que un sector tiene sobre los jóvenes, a quiénes acusan permanentemente de “montoneros”. No es casual que intenten criminalizar sus reclamos. “Hay de todo pero, lamentablemente, yo diría que es más fácil que haya subversivos entre el ambiente estudiantil, que entre el ambiente trabajador. Normalmente, el que trabaja está en procura de un ideal, y demás. A veces, el exceso de pensamiento puede motivar estas desviaciones” (Julio Bardi, ex Ministro de Bienestar Social durante la última dictadura militar en Argentina).

La política es una herramienta para transformar la realidad. Hay una fuerza de cambio que pretende expresarse, mientras los buitres de la “vieja política” siguen buscando representación. Una representación que no llega porque las políticas del Gobierno Nacional no son las mismas que las de la Argentina en el 2001.

El dramaturgo William Shakespeare decía que a los jóvenes habría que dormirlos entre los 16 y los  23 años para que no dejaran a chicas embarazadas, agraviaran a ancianos, robaran o pelearan. En base a esto, el psicoanalista Donald Winnicott, escribió “La juventud no dormirá”, porque gracias a los movimientos juveniles se produjeron los grandes cambios en la historia. Lo que pesan no son los deseos sino no poder sostenerlos. Las cosas son imposibles solamente si uno cree que lo son. Es necesaria la participación de los jóvenes hoy en día. Hay una juventud que está en marcha. Y cuando la juventud está en marcha, el cambio es inevitable. Hay que afirmarse y seguir con fe y amor. Con convicción.

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