Raquel Villaécija | París
Poco le ha durado la tregua judicial a Dominique Strauss-Kahn, que responde esta semana ante la justicia por dos procesos: el civil en Estados Unidos por el 'caso Sofitel' y otro penal en Francia por el 'caso Carlton'. El francés se encontraba este lunes en Lille, prestando declaración ante los tres jueces de instrucción que investigan la red de proxenetismo en el Hotel Carlton de Lille y en la que los magistrados lo han imputado, acusado de proxenetismo en banda organizada. El ex director gerente del FMI, ha quedado en libertad bajo control judicial a cambio de una fianza de 100.000 euros.
El también ex ministro de Economía galo ha sido interrogado durante casi ocho horas en un juzgado de la ciudad de Lille (noroeste) por tres jueces instructores del llamado 'caso Carlton'.
Los jueces investigan si Strauss-Kahn participó en orgías organizadas en París y en Washington consciente de que las mujeres eran prostitutas, y si en estas citas sexuales se las remuneraba.
Durante la vista judicial celebrada el pasado mes de febrero, DSK declaró no conocer que las participantes en estas reuniones libertinas eran prostitutas, mientras que las mujeres interrogadas han asegurado que el político francés sí lo sabía.
El diario 'Le Figaro', que cita fuentes de la fiscalía, apunta que los magistrados evocan en la imputación de Strauss-Kahn una "ayuda y asistencia" para proteger la prostitución.
Mientras el ex mandatario del Fondo Monetario Internacional abandonaba el Palacio de Justicia en un automóvil con los vidrios tintados, su tres abogados se dirigieron a la prensa para leer una declaración en la que DSK declaraba "con la mayor firmeza no ser culpable de ninguno de los hechos" que se le imputan.
"Strauss Kahn declara no haber tenido jamás la mínima consciencia de que pudiesen ser prostitutas las mujeres encontradas", leyó uno de sus abogados, Richard Malka.
Además del 'caso Carlton', este miércoles Strauss-Kahn tendrá que rendir cuentas ante el juez Douglas McKeon en Nueva York, dentro del proceso civil iniciado por Nafisatou Diallo por supuesta agresión sexual. Se trata de la primera audiencia desde que la camarera del hotel Sofitel le denunció el pasado mes de agosto. Aunque ni DSK ni Diallo están obligados a comparecer ante el juez, que escuchará a los abogados de ambas partes antes de pronunciarse.
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