La iniciativa legislativa de Cristina de Kirchner de expropiar el 51% de las acciones de la española Repsol en YPF para recuperar el "autoabastecimiento" de hidrocarburos para la Argentina despertó adhesiones y rechazos en gobiernos de varios países.
Apoyaron la medida Uruguay, Brasil, Cuba, Venezuela y Nicaragua, entre otros. Estados Unidos y Chile dijeron que se trataba de un pleito "bilateral". España encabezó el más enérgico de los reclamos por considerar a Repsol española. Colombia y México siguieron detrás del gobierno español y rechazaron el regreso a manos del Estado del control de la empresa y de los destinos de los recursos naturales argentinos.
El presidente mexicano, Felipe Calderón, tenía sus motivos. El 10 por ciento de las acciones de Repsol pertenecen a la estatal Pemex. En solidaridad con el jefe de Gobierno español, Mariano Rajoy, el mandatario azteca dijo al recibirlo en Puerto Vallarta que la decisión es "claramente violatoria de acuerdos y tratados", que "no lleva a nada" y que es "muy poco responsable y poco racional".
"Argentina necesita inversiones, incluso hasta para producir más petróleo, y el peor incentivo para un inversionista es ver que un país esté expropiando las inversiones allí", sostuvo días atrás Calderón. "Le va a hacer mucho daño a Argentina, desgraciadamente", agregó en declaraciones a la prensa con Rajoy a su lado.
Sin embargo, días después del anuncio de Cristina y de la réplica española-mexicana, Rajoy quedó al descubierto con la difusión de un video de cuatro años atrás donde explícitamente se pronunciaba a favor de que los hidrocarburos de España sigan en manos de los españoles y no pasen al dominio ruso. "El petróleo, el gas y la energía española no pueden estar en manos extranjeras", sentenció en ese entonces el conservador Rajoy.
A Calderón le sucedió lo mismo. Al revisar el archivo, surgió un video del 18 de marzo de 2010 donde encabeza la ceremonia por el 72 aniversario de la expropiación de la petrolera Pemex en la ciudad de Tula de Allende. Durante su discurso, Calderón dejó en claro que el petróleo de los mexicanos debe estar en manos del Estado mexicano.
"Con la expropiación, los mexicanos y mexicanas, dejamos constancia de nuestro compromiso con México y su soberanía, de nuestra voluntad inquebrantable de defender los intereses de la Nación, por encima de cualquiera otra consideración", sostuvo Calderon durante el acto, en el que consideró a la "expropiación petrolera" de 1938 como el acto que "concreta la revolución mexicana".
En otro tramo del discurso dijo que la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex) "ha sido pilar fundamental de la vida nacional" y que "hablar de Pemex es hablar de una empresa orgullosamente mexicana que ha generado los recursos que México ha necesitado para crecer y para salir adelante".
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