“Nosotros estamos apenas calentando los motores. Lo que está en juego es el futuro de la patria”, dijo ayer Chávez en el acto de campaña.
El líder bolivariano llegó en caravana a la sede del Consejo Nacional Electoral. “Me rindo ante ustedes como jugador del juego político”, les dijo a sus seguidores, después de su tratamiento contra el cáncer.
Decenas de miles de seguidores del presidente venezolano Hugo Chávez salieron ayer a las calles para acompañarlo en la inscripción de su candidatura. Parado en un palco ubicado sobre el techo de un camión especialmente armado, y vestido con la campera tricolor y una boina roja, el mandatario arribó al Consejo Nacional Electoral (CNE) donde presentó su postulación para un tercer mandato. “Me rindo ante ustedes como árbitro, como jugador del juego político, vengo aquí a cumplir con la ley y me comprometo a reconocer ante Venezuela y el mundo el resultado de las elecciones presidenciales del 7 de octubre”, enfatizó en el momento de oficializar su candidatura.
En el día del cierre de la recepción de las candidaturas presidenciales y con cantos como “¡Son 10, son 10, son 10 millones, son 10!”, en alusión a la cantidad de votos con los que el mandatario espera ser reelecto, los venezolanos convirtieron el centro de Caracas en una marea roja –color del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)– que esperaba la aparición de Chávez, quien se trasladó desde el Palacio de Miraflores al Consejo Nacional Electoral (CNE), donde se anotó y realizó un acto ante el CNE en el que estuvo acompañado por familiares y dirigentes de partidos políticos afines. “En nombre del movimiento que represento, del Polo Patriótico, les extiendo un reconocimiento sincero, honesto, al trabajo que el poder electoral viene haciendo para seguir dando más solidez a las instituciones de la república”, dijo el presidente que, además, elogió el papel del CNE y manifestó que nunca antes en toda la historia política venezolana hubo un árbitro electoral del tamaño, de la transparencia, de la calidad y del compromiso que tiene el poder electoral venezolano.
En compañía de sus hijas Rosa Virginia y Rosines, y de su hermano Adán Chávez, miembros de su gabinete y del partido, como el vicepresidente Elías Jaua, el mandatario rotuló su propuesta como “la candidatura de la mayoría de los venezolanos, de la construcción de la patria independiente, libre y socialista”. El acto formal duró apenas un cuarto de hora y luego el presidente se dirigió a un estrado ubicado sobre la plaza Diego Ibarra, detrás de la sede del CNE, desde donde habló, cantó y hasta bailó ante la multitud de simpatizantes. En su discurso, ratificó la convicción de que ganará las elecciones de octubre por nocaut y su compromiso de reconocer el resultado de los comicios, sea cual fuere. El jefe del Estado, que lucha contra un cáncer por el que ya se sometió a dos operaciones, agradeció a Dios y a su familia por permitirle estar allí. Chávez aseguró que la oposición echó a rodar rumores durante meses por su salud. “Pero aquí estoy, y seguiremos invictos con una nueva victoria revolucionaria”, sostuvo. “Nosotros estamos apenas calentando los motores. Lo que está en juego es el futuro de la patria. Venceremos el 7 de octubre, con 10 millones de votos para que respeten al pueblo, a la patria”, agregó.
“Cada uno de nosotros es un soldado de Chávez y vamos a buscar los votos por el presidente”, dijo Ana Luzardo, una trabajadora social del estado de Zulia (oeste), que llegó a la concentración a las siete de la mañana y pidió al gobernante que siga descansando para que se recupere del cáncer. “Venimos a darle apoyo a nuestro presidente, estamos con él hasta la victoria”, añadió la mujer de 48 años, que se dice muy agradecida con el mandatario porque les ha dado a los pobres todos los beneficios, salud educación y libertad. Su compañera de marcha, Yudith Iriarte (46), afirmó que “lo que logramos no lo vamos a perder” y, como muchos de los asistentes, provenía del interior del país.
Chávez, quien llegó al poder en 1999, se medirá en las elecciones con el abogado y ex gobernador del estado de Miranda (norte), Henrique Capriles Randonski, que fue electo en las elecciones primarias de febrero como el candidato único de la oposición y que el domingo suscribió su postulación de cara al final del período establecido para esta etapa. Aunque según el CNE se podrá sustituir candidatos hasta diez días antes de la elección presidencial y, en caso de no existir el tiempo para cambiar las boletas, los votos irán al candidato sustituto.
Con esta postulación para una segunda reelección, Chávez busca un mandato de seis años más que lo mantendría en el poder hasta 2019. Las primeras encuestas le dan al mandatario una ventaja de entre el 7 y el 30 por ciento en la intención de voto.
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