El ex secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, presentó un escrito ante el juez federal Claudio Bonadío y se negó a responder preguntas en la indagatoria ante el magistrado que investiga las causas del accidente del choque de una formación de la línea Sarmiento, hasta entonces manejada por TBA, en la estación de Once, donde 51 personas murieron. En el escrito, Schiavi eligió la estrategia que vienen utilizando los directivos de la ex concesionaria y aseguró que el motorman "no pudo frenar por algún impedimento físico o psíquico en su salud". Ayer, Claudio Cirigliano --dueño de TBA-- y otros tres directivos fueron detenidos por llevarse documentación importante para la investigación sin la autorización del juez.
El ex secretario de Transporte sostuvo que el error del maquinista Marcos Córdoba "es la única hipótesis realmente cierta y verosímil" y hasta recordó que hubo "un informe médico forense que encontró indicios de posible actividad epiléptica" en el motorman.
Schiavi defendió su gestión al frente de la Secretaría al señalar que cumplió "cabalmente" con sus deberes y deslindó responsabilidades personales en el control del concesionario que correspondía, indicó, a "otras instancias administrativas".
En tanto, mañana deberá declarar en tribunales el detenido Cirigliano, quien permanece en una dependencia de Gendarmería junto a los directivos de TBA Carlo Ferrari (presidente), Daniel Rubio (gerente de Administración) y Darío Tempone (gerente de Operaciones).
Bonadío los imputó ayer por "obstruir el proceso de investigación" ya que, en principio, entre el 24 y el 25 de febrero, cuando ya había cesado la concesión, habrían sacado documentación "esencial" para la causa que fue parcialmente reconstruida por el juzgado entre el 29 y el 30 mediante allanamientos.
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