La Cámara baja convirtió en ley, por 131 votos a favor, 2 en contra y una abstención, el proyecto que habilita el voto para los jóvenes de entre 16 y 18 años, que ya tenía media sanción del Senado. La diputada oficialista Diana Conti aseguró que la iniciativa "no es ni oportunista ni demagógica" y subrayó que su propósito es "ampliar la base electoral de nuestra democracia". El Frente Amplio Progresista y la UCR, que habían anticipado que presentarían dictámenes de minoría, finalmente se retiraron del recinto, junto con el resto de la oposición, a la hora de la votación.
Al abrir el debate, la titular de la comisión de Asuntos Constitucionales agregó que "dar el voto a los jóvenes significa reivindicar las banderas de los desaparecidos y saber que serán los jóvenes que se preparan para seguir llevando las banderas hasta la victoria siempre".
El titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, opinó que "hay un cambio en la cultura de la información y una revolución en los procesos de comunicación, donde los jóvenes saben lo que está pasando y quieren participar en la construcción de su presente y su futuro". El Frente Amplio Progresista (FAP) y la UCR presentaron dos dictámenes de minoría, en los que proponen la "obligatoriedad" del voto entre los 16 y los 18 años; en tanto, el PRO, el peronismo disidente y la Coalición Cívica habían adelantado su rechazo a la iniciativa oficial.
El titular del interbloque FAP, Juan Carlos Zabalza, se manifestó a favor de la participación de la juventud en política pero rechazó el carácter "optativo" de la propuesta kirchnerista, por lo cual la bancada se abstuvo en la votación en general. El radical Mario Negri afirmó estar de acuerdo con la ampliación de derechos, pero consideró que "debe ser obligatorio", y el titular del bloque, Ricardo Gil Lavedra, anticipó que su partido dejaría en libertad de acción a sus legisladores en la votación en general.
El diputado Juan Pedro Tunessi cuestionó el sufragio optativo por ser "demasiado liberal para nuestra democracia" y ratificó que el radicalismo no se oponía "a la idea de que los jóvenes voten porque sería contrariar los principios y desconocer la lucha de nuestro partido".
El discurso del diputado del Frente para la Victoria, el socialista Jorge Rivas, quien quedó tetraplégico tras un asalto en 2007, fue celebrado con un largo aplauso por todos los presentes. "Los jóvenes comparten y piensan un modelo de Nación, de Estado, de economía y muestran un fuerte interés por cambiar las cosas más inmediatas que los afectan", se escuchó la computadora de Rivas, especialmente preparada para comunicarse.
El Senado había aprobado la inciativa oficialista con una abrumadora mayoría, por el acompañamiento de varios bloques de la oposición. Solo tres senadores votaron en contra. El proyecto modifica siete leyes nacionales, entre ellas el Código Nacional Electoral (CNE), el Registro Nacional de Electores, la Ley de Ciudadanía y Naturalización y la ley que establece las primarias abiertas simultáneas y obligatorias.
Tras varias deliberaciones, la Cámara alta resolvió que el voto será obligatorio, como fija la Constitución Nacional en su artículo 37, pero mediante la modificación del artículo 25 del CNE se excluirá de multas a los jóvenes menores de 18 años y los mayores de 70 años. En el artículo 18 se excluirá a esos dos grupos del registro de infractores. Una de las modificaciones más cuestionadas fue el cambio del término “ciudadanos” por el de “electores” que, según senadores de la oposición, acotaba el reconocimiento de los derechos individuales al marco de los derechos políticos.
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