martes, 26 de febrero de 2013

Argentina denunció en la ONU armas nucleares en Malvinas

Martes, 26 de febrero de 201301:00 | Política

Conflicto con Gran Bretaña. Inglaterra envió naves a las islas Malvinas con armamento nuclear, aseguró la Cancillería. Nuestro país se amparó en el Tratado de Tlatelolco en su presentación en Naciones Unidas contra el Reino Unido.



Nave de guerra. La poderosa fragata británica HMS Argyll navega rumbo a las islas Malvinas.

El gobierno argentino presentó ayer ante las Naciones Unidas (ONU) una denuncia contra Gran Bretaña por haber introducido armas nucleares en la región de las Islas Malvinas, pese a los tratados internacionales que lo impiden.

"Nos encontramos en una etapa precaria de implementación del Tratado de Tlatelolco, que prohíbe completamente el armamento nuclear en América Latina y el Caribe. Esta precaria implementación es desafiada por el Reino Unido", señaló el secretario de Relaciones Exteriores argentino, Eduardo Zuain.

En su presentación ante la Conferencia de Desarme de la ONU, que comenzó este lunes en Ginebra, el funcionario responsabilizó también al Reino Unido por una "injustificada" presencia militar en el Atlántico Sur, "que incluye desplazamientos de submarinos con capacidad de portar armamentos nucleares en la zona desnuclearizada".

"La República Argentina está especialmente preocupada por la posibilidad, confirmada por primera vez por el gobierno británico en 2003, de que este Estado estuviera introduciendo armamento nuclear en el Atlántico Sur", enfatizó Zuain.

El miembro de la Cancillería hizo referencia en su discurso al Tratado para la Prohibición de Armas Nucleares en América Latina y el Caribe —conocido como Tratado de Tlatelolco—, que establece la desnuclearización del territorio, que entró en vigencia el 25 de abril de 1969.

En ese sentido, ayer lunes se conoció la noticia de que Gran Bretaña dispuso el envío de una nueva nave de guerra a las Islas Malvinas.

Según la información, el 19 de febrero zarpó de la ciudad de Plymouth la fragata HMS Argyll, que planea llegar a las Malvinas durante el plebiscito en la que los isleños decidirán si quieren permanecer bajo la soberanía británica.

La embarcación reemplazará al destructor HMS Edinburgh, que actualmente custodia el archipiélago en la misión conocida como "Patrulla atlántica sur" (Atlantic Patrol Task South).

"Deploramos que el gobierno británico no haya brindado hasta la fecha clarificaciones solicitadas sobre los incidentes denunciados, ni haya ofrecido hasta el momento información alguna que permitiera corroborar o desmentir recientes desplazamientos de submarinos nucleares con capacidad de portar armamento atómico", recalcó Zuain.

Territorio militarizado

Además, el funcionario criticó el hecho de que las Malvinas estén entre los territorios más militarizados del mundo, con más de 1.500 efectivos militares británicos y una población civil de 3.000.

"En nuestros días las Islas Malvinas se encuentran entre los territorios más militarizados del mundo. Esto incluye la presencia de un poderoso grupo naval, aviones de combate de última generación, un importante centro de comando y control y una base de inteligencia electrónica que permite monitorear el tráfico aéreo y naval de la región", enumeró.

A la vez, consideró que esta situación no preocupa sólo a Argentina, "sino también a los países de la región y fuera de ella, como lo demuestran pronunciamientos de la Cumbre Iberoamericana, la Unión de Naciones Americanas (Unasur), el Mercosur, el Grupo Río o la Cumbre de Países de América del Sur y Países Arabes (Aspa)".

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