En el octavo aniversario de su muerte –y después del homenaje en el Club Lujan-, recordamos los tres grandes grupos de Norberto Napolitano. Desde el núcleo vital de Pappo’s Blues hasta la aplanadora de Riff, pasando por los efímeros Aeroblus.
Por: Oír Mortales
PAPPO’S BLUES
Después de hacer sus primeras armas profesionales entre Los Gatos y la Conexión n°5 de Carlos Bisso, en 1971 Pappo armó un power trío en la línea de Cream y la Jimi Hendrix Experience. A lo largo de los años se transformó en su vehículo predilecto, volviendo a su núcleo periódicamente pese a –o quizás por- los cambios constantes en su formación. Desde la primera con Black Amaya y David Lebón hasta la última encarnación con Yulie Ruth y Bolsa González, pasando por su alianza con Pomo y Machi y varias versiones más. Nueve discos y decenas de clásicos que, a partir de su ecuación entre simpleza y profundidad, lograron convertirse en verdaderos standards del rock local: “El hombre suburbano”, “Sandwiches de miga”, “El viejo”, “Desconfío”, “¿A dónde está la libertad?”, “Trabajando en el ferrocarril”, "El tren de las 16", etc.
Pappo's Blues: "Trabajando en el ferrocarril".
AEROBLUS
En lugar de capitalizar el éxito de los primeros cuatro volúmenes de Pappo’s Blues, el Carpo decidió viajar nuevamente hacia Europa. Allí trabajó como lavacopas y, haciendo las veces de encargado de una sala de ensayos, trabó contacto con el incipiente núcleo de Motorhead. En 1976, cuando decidió regresar al país, se encontró a contramano: con el desembarco del Proceso, buena parte de los músicos estaban en plena diáspora. Alejandro Medina, el ex-bajista de Manal y La Pesada, lo convocó desde Brasil y hacia allí partió Pappo. El resultado de esa alianza –con la incorporación de Rolando Castello Junior- fue Aeroblus, un puñado de conciertos, un disco tan amonestado por la crítica como reivindicado en la actualidad (en 2010, la banda volvió brevemente con Chizzo Nápoli en lugar de Pappo) y una música devastadora.
Aeroblus: "Vamos a buscar la luz".
RIFF
Decidido a eliminar el reinado de Serú Girán y –parafraseando a Pappo- ‘los blandos’, Riff apareció en el circuito del rock argentino como un tornado en plena dictadura. Bajo el influjo de AC/DC y la nueva ola del heavy metal británico, el Carpo armó su cuarteto monolítico con Vitico, Boff y Michel Peyronel para salir al ruedo. Sus recitales de los primeros ochenta fueron el desembarco ruidoso del cuero, las tachas y el pogo en el centro del rock local. En ese sentido, su recital en el B.A.Rock de 1982 –precedidos la no menos recordada performance de Los Encargados, la banda tecno-pop de Daniel Melero- alcanzó una estatura mítica. A las pruebas nos remitimos: aquí está el registro de “Pantalla del mundo nuevo” para la película de Héctor Olivera.
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