martes, 4 de noviembre de 2014

Entrevista a Ayax, Voz de “Muten”

En el marco de nuestra tarea como investigadores, desmitificamos versiones oficiales acerca de la cultura, materializando y fomentando la diversidad en esta batalla cultural.
En esta oportunidad, hablé con “Ayax”, cantante de Muten. Una banda rosarina que lleva siete años en el under.



Ayax tiene 26 años y es un músico y productor de la ciudad de Rosario. Líder y fundador de Muten, una banda de rock alternativo, con una marcada influencia grunge en su melodía y sus letras que, mayormente (no todas), están compuestas en inglés. Realizamos la reunión en su departamento con mate y facturas de por medio, charlando principalmente sobre la trayectoria de la banda y el panorama social que viven los músicos hoy.

Andrés Belguich: ¿Cuánto tiempo lleva Muten tocando?
Ayax: Siete años. Muten es un proyecto que, sinceramente, nos comimos muchas historias, y, como que la banda se trabó por todo este período. Ahora estamos ensayando de vuelta.
A. Belguich: En estos siete años que llevan tocando: ¿Qué diferencia notás musicalmente, y con respecto a la posibilidad de presentar su material en algún lugar?
Ayax: Mira, yo diría que, en cuanto a lugares para tocar, me parece que hace siete años había mucha más movida que ahora. Ahora es muy difícil encontrar un lugar en el que no te pidan que vendas entradas ni que lleves sonido y aparte te paguen, que antes si pasaba, vos ibas, tocabas y despues si se vendia una buena entrada te llevabas una parte. Actualmente, es muy difícil que exista esa posibilidad en un boliche. Muchos lugares te piden que vos vendas tus entradas o que hagas cosas que el músico no tiene que hacer…
A. Belguich: … Como por ejemplo, que el dueño les pida una cantidad de cincuenta personas aseguradas, como mínimo, para llenar el bar…
Ayax: Claro. Justamente, una amiga mía trabaja en un bar en dónde les piden eso a los músicos. Te dicen: “Vos, vení. Acá nosotros cobramos la barra solamente. La entrada es tuya. Eso sí, vos tenés que asegurarme que venga tanta cantidad de personas”. Y el problema nuestro es que la banda no tiene una movida previa como para llenar cuarenta o cincuenta personas en un bar. Entonces, ahí no podemos tocar.
A. Belguich: Escuché un rumor que me llegó acerca de una banda que tocó en un centro cultural histórico, ubicado en el centro de la ciudad, que funciona como restobar, en el cual se les prometió a los músicos una paga que después terminó siendo mínima en comparación a lo que habrían acordado previamente. Y los músicos no tuvieron otra opción que cobrar menos de lo que habían pactado. Raro que un bar que se denomina cultural haga este tipo de cosas. Evidentemente, el problema es la falta de inversión en la cultura. Vos sos un músico que llevás siete años en una banda, conocés gente del ambiente, y vemos que muchos artistas presentan su material en la calle porque no tienen el caché que se les pide en un bar, considerado culto o quizás, popular, para que puedan difundir su trabajo. ¿A vos te resulta difícil ser un artista hoy en esta ciudad?
Ayax: Sin ir más lejos, con un amigo tocábamos la guitarra en un semáforo. En una época empezamos así. Tocábamos en los semáforos. Nos acercábamos a los autos, principalmente, con la idea de meterle en el oído a la gente un poco de música, más que nada. La gente nos daba cincuenta centavos, un peso, dos pesos. Algunos se copaban y se quedaban escuchando la canción hasta que terminara, aún con el semáforo en verde, mientras que los demás autos pasaban por al lado, tocaban bocina, lo puteaban, etc. Había gente que se quedaba escuchando el tema entero y, por ahí, te daban un billete de diez pesos y seguía viaje.
A. Belguich: Pero es una miseria comparado con todo el trabajo que conlleva ser músico. Como el hecho de invertir (Claramente estamos hablando de tiempo y dinero) en instrumentos, horas en salas de ensayo, en un estudio de grabación, en la producción del arte de tapa, las fotografías, el estampillado en el CD, las copias de un demo o disco, sumado al dinero que hay que guardar para pagarle a los dueños de las radios para que pasen tu música. La mayoría de los artistas en la ciudad, considerados under, pero con cierto reconocimiento a nivel local, llevan más de diez años tocando y, aún así, no viven de la música. Salvo algunas excepciones. Digamos que se trata más de inversión que de ganancia. ¿Por qué pensás que los gobiernos, o las entidades relacionadas a la cultura, no invierten lo suficiente como para que ustedes, los músicos, así como también los trabajadores de la cultura, quienes administran una revista cultural o un programa de radio, no tengan un financiamiento estatal y/o provincial por su esfuerzo y trabajo?
Ayax: La razón profunda de esa pregunta, para mí, es una cuestión que tiene que ver con: “NO DEJAR QUE EL ARTE LE DESPIERTE ALGO A LA GENTE”. Es decir, para mí, tienen que censurar el arte para controlar más a las personas. Y, por otro lado, les viene mejor a sus bolsillos que no haya arte.
A. Belguich: … ¿Viste los bares culturales que han cerrado últimamente y la censura municipal que, a cada propaganda independiente, la censuran con otro cartel encima que indica: “Publicidad No Autorizada”?. Es decir, ellos pueden pegar sus publicidades políticas en dónde quieran pero los trabajadores independientes de la cultura no. Y sin embargo, muchos boliches suenan a toda hora, se arma bardo en toda la cuadra, los vecinos se viven quejando y con eso no pasa nada.
Ayax: Si. Vaya a saber uno. Capaz que esos boliches están arreglados ¿No?
A. Belguich: ¿Vos decís?
Ayax: Desde hace muchos años, la sociedad está establecida así. Si un viejo te pregunta “¿A que te dedicás?”. “Yo toco la guitarra, señor”. Y después te dice: “No, pero me refiero: ¿Vos de que trabajás?”.
A. Belguich: … O te dicen “Andá a trabajar, pibe
Ayax: Claro, o cosas como: “Eso no es un trabajo”.
A. Belguich: No hay una ley que, verdaderamente, ampare al músico como a un trabajador, así como a los trabajadores de la cultura, ya sean actores o directores de teatro, administradores de una revista o de un programa radial, etc.
Ayax: Lo que pasa es que se ha tergiversado el sentido de ¿Para que está la música? La gente no entiende que la música te da algo que no te puede dar un televisor, por ejemplo. Yo creo que para la humanidad, la música es algo necesario.
A. Belguich: Sin música, la vida sería un error decía el famoso pensador.
Ayax: Si no se entiende por qué el músico es imprescindible, tampoco se va a entender que haya que pagarle. No tiene sentido pagarle al músico, si total ¿Para que está?
A. Belguich: … Es un “vago”…
Ayax: Claro, un “inútil”. “No sabe hacer otra cosa que tocar la guitarrita”.
A. Belguich: … “Un hippie perdido por la calle”…
Ayax: … “Y por la droga”…
A. Belguich: Esa es la estigmatización que se suele hacer desde los sectores más altos, introduciendo ciertos prejuicios en la gente. Para cerrar, contame un poco de Muten.
Ayax: Muten es una banda muy influenciada por música internacional. Los temas que compuse yo hasta ahora lo hice con una inclinación a la música internacional. Me gusta Radiohead, Sonic Youth, Interpol, Smashing Pumpkins, The Drums, etc. Esa veta a mí me cabe. Por otro lado, tengo una cuestión con el idioma ingles desde muy chico.
A. Belguich: Una de las características principales de Muten es que la mayoría de las canciones, sino todas, fueron escritas en inglés.
Ayax: Si, la mayoría.
A. Belguich: Gracias Ayax, por esta entrevista.
Ayax: Un honor Andy. Nos estamos viendo.



Al finalizar esta entrevista, llegué a una conclusión. Principalmente, me fui de la casa de Ayax con más respuestas que interrogantes, y con más interrogantes a esas mismas respuestas, en cuanto al contexto social en que se encuentran nuestros artistas hoy. Por lo tanto, mis sentimientos fueron encontrados.
Tristeza, al saber que la ciudad de los grandes artistas sea un lugar para pocos. No pierdo el asombro. No todos tienen la posibilidad de sobrevivir en esta batalla. Triste al ver como ciertos músicos y productores de la ciudad que han alcanzado gran notoriedad por su trayectoria, hoy se hayan burocratizado y corrompido, aprovechándose de los artistas más pequeños. Aquellos que no tienen Jefes de Prensa y/o managers. Aquellos que no tienen plata para grabar un disco ni para sonar en una radio. Triste que nuestros artistas tengan que tocar en la calle por dos pesos. Triste al ver tanto talento desaprovechado. Triste al ver que algunos se cansen y decidan tirar la toalla.

A la vez, contento. Si. Contento de ver la pasión, alegría y energía en músicos como Ayax que frente a tanto viento y marea, sigue remando a todo pulmón por un sueño. El sueño de poder ser lo que siempre quiso ser. El sueño de vivir con aquello que siempre anheló. El sueño de ser libre.

No sé si la realidad va a cambiar o no. Yo pienso que si. Aún no estamos cansados ni derrotados. Hay talento y fuerza suficiente como para impulsar el cambio. De lo contrario, todo este trabajo sería en vano y me niego a pensarlo.
Que quede claro: Esta lucha NO está dirigida a un grupo minoritario. Luchamos para que el arte y la cultura sean un bien para todos y de todos. Luchamos para liberarnos. Y esta batalla nos convoca nuevamente en el Siglo XXI para llevar adelante la tarea sin dar ni un paso atrás. Esta lucha es nuestra. Y pienso que la victoria, también lo será.


Por Andrés Belguich.

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