El avance de la oposición, que ayer controlaba Zawiya, a 50 kilómetros al oeste de Trípoli, se aseguró el tercio oriental de Libia al dominar la localidad de Misrata -la tercera ciudad del país- y su aeropuerto, a unos 200 kilómetros de la capital, donde el dictador todavía resiste los embates de los manifestntes. La Unión Europea, mientras tanto, adoptó sanciones contra Khadafi y otros 25 allegados, después de que el Consejo de Seguridad de la ONU dictara duras medidas que incluyen la suspensión de la venta de armas y el embargo de los bienes de la familia Khadafi en el exterior.
Los rebeldes habían tomado ayer el control de Al Zawiya, a sólo 50 kilómetros al oeste de Trípoli, tras una noche de enfrentamientos contra fuerzas leales a Khadafi, mientras la oposición anunció la creación de un Consejo Nacional que "dirigirá el proceso de transición".
Con la caída de Misrata, donde los rebeldes derrumbaron un helicóptero del Ejército, las fuerzas opositoras se aseguraron por ahora el control del tercio oriental de Libia, incluida Bengasi, la segunda ciudad más importante del país.
"El helicóptero disparó tres cohetes contra la antena de transmisión de Radio Misrata. Fue alcanzado por disparos de cañones antiaéreos en respuesta", declaró un portavoz de la oposición en Misrata.
Por otra parte, afirmó que las fuerzas "del batallón Hamza" leales al coronel Khadafi tomaron "como rehenes a más de 400 estudiantes de la academia (militar) de aviación", situada en un suburbio de Misrata, y que los llevaron a la sede del batallón vecino.
La representante de política exterior de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, reclamó una rápida implementación de las sanciones impuestas por el Consejo de Seguridad de la ONU contra el régimen del líder libio.
"La violencia masiva contra los manifestantes nos ha conmocionado y debería empujarnos a actuar", dijo Ashton ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, reunido en Ginebra. Hoy habrá una reunión entre titulares de Exteriores de casi 40 países, entre ellos la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton.
Por su parte, Alemania propuso congelar los pagos a Libia durante 60 días para impedir que el régimen de Gadafi disponga de medios para "oprimir a su pueblo". Un próximo paso podría ser la veda del espacio aéreo libio.
Italia, geográficamente cerca de Libia, afirmó que esa medida sería "sin duda útil" porque "evitaría los bombardeos de Cirenaica (este) y de las zonas que escaparon al control del régimen".
El fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), el argentino Luis Moreno-Ocampo, anunció que lleva a cabo un estudio preliminar con vistas a abrir una eventual investigación por crímenes contra la humanidad contra el régimen libio, por atrocidades cometidas por sus fuerzas represivas.
Khadafi negó ayer que su régimen enfrentara una sublevación de grandes proporciones y que sus fuerzas hubiesen cometido atrocidades. En declaraciones al canal de televisión serbio Pink TV, afirmó que el país estaba "completamente en calma" a no ser por "un pequeño grupo" de opositores que de todos modos se estaba "rodeado".
El dirigente volvió a acusar además a sus adversarios de estar al servicio de la red islamista Al Qaida.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que más de mil personas podrían haber muerto desde el inicio de la sublevación, el 15 de febrero. La crisis en esta rica nación petrolera provocó el éxodo de más de 100.000 personas, en su mayoría inmigrantes, según datos del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
No hay comentarios:
Publicar un comentario