Uno de los radares primarios 3-D, que fueron desarrollados y fabricados por el Invap a pedido del Gobierno nacional, está siendo instalado en el aeropuerto de Santiago del Estero y será inaugurado oficialmente el miércoles. Junto con aviones Pucará podrán detectar e interceptar vuelos clandestinos.
El próximo miércoles se pondrá en marcha un trascendental programa para mejorar la seguridad aérea y el control de los vuelos en todo el Norte Argentino cuando que oficialmente inaugurado un moderno radar y la radicación de una flota de aviones Pucará en una base móvil, que se instalará en el aeropuerto de Santiago del Estero, según dejaron trascender fuentes castrenses al diario El Liberal.
La ceremonia se desarrollará en la sede de la aeroestación local.
Si bien el lanzamiento del sistema de control del tráfico aéreo se mantuvo bajo reserva, se pudo conocer que a partir de hoy comenzarían a llegar los primeros efectivos con el propósito de ajustar los detalles en donde se montará el radar móvil que funcionará en esta provincia.
El radar que se instalará en Santiago del Estero es el de mayor capacidad de la región por su avance tecnológico. Se trata de un radar primario del tipo 3-D, construido por el Invap, utilizado para defensa militar o vigilancia.
En ese sentido, las fuentes indicaron que formará parte de un plan denominado Escudo Norte, que ya tiene otras sedes en Resistencia (Chaco) y Posadas (Misiones), y cuyo objetivo apunta a mejorar el control del cielo argentino.
El sistema de vigilancia que se asentará en la provincia incluirá alrededor de 150 efectivos de la Fuerza Aérea, personal especializado para montar el equipo, supervisar su funcionamiento y registrar las operaciones que pueda detectar el radar.
Además estarán los pilotos de los aviones Pucará y el personal técnico de mantenimiento de las aeronaves.
También se pudo conocer que la llegada de los efectivos en Santiago será por vía terrestre, al igual que gran parte del equipamiento.
Está previsto que dentro del predio del aeropuerto local se levante una base de operaciones con módulos especiales en donde tendrán toda tecnología para procesar la información del radar.
Fuentes militares explicaron que el personal afectado estará divido en un grupo de comunicaciones y el otro en el sistema de armas, es decir, estos últimos tendrán a su cargo los tres aviones Pucará.
Operatoria
Para el caso de Santiago, el mecanismo de trabajo o estrategia sería la siguiente: el radar 3-D primario puede detectar los ecos de una nave en pleno vuelo y su localización pero no reportar otro tipo de datos, ya que esa información está contenida en los radares secundarios (que todavía no hay en la provincia, pero sí en Tucumán y en Córdoba), que tienen la identificación de los aviones, el número de vuelo y la altura en la que se desplaza, entre otros.
Por ello, si la información del radar secundario no tiene esos datos el vuelo pasaría a convertirse en “irregular”; entonces los aviones militares del sistema de seguridad entran en acción y salen para interceptar los vuelos no autorizados o registrados de acuerdo con las normas que aplican las autoridades en el país.
La instalación del radar en nuestra provincia forma parte del decreto que firmará el Gobierno de la Nación en 2004 a través del cual puso en marcha el Sistema Nacional de Vigilancia y Control Aeroespacial (Sinvica), que incluyó la instalación de radares secundarios y primarios en diferentes puntos de la República Argentina.
Una vez que esté el operativo en Santiago del Estero, el radar tendrá como función principal la de proporcionar datos de situación y movimiento de la actividad aérea dentro del volumen de su cobertura, de forma que permita realizar tareas de detección, vigilancia, identificación y control en el espacio aéreo de su responsabilidad.
Control de un mayor tránsito aéreo
A la fecha se han instalado ocho radares secundarios para el control del tránsito aéreo en los aeropuertos de Quilmes, Santa Rosa, Neuquén, Bariloche, Bahía Blanca, Córdoba, San Luis y Tucumán, mientras que para 2012 se completará la red con un total de 22 radares secundarios.
En 2003 el control de los vuelos comerciales se realizaba en la Argentina por radares secundarios de distinto origen ubicados en Ezeiza, Córdoba, Mendoza, Mar del Plata y Paraná.
Este sistema resultaba insuficiente, provocando restricciones y demoras en los vuelos, con dificultades crecientes frente al incremento del tránsito aéreo registrado en nuestro país.
De esta manera, se decidió trabajar en el mejoramiento de los Servicios de Control de Tránsito Aéreo, de modo que se hicieran respetar las reglas de navegación, proporcionando control unificado de todas las áreas terminales y aerovías del país
Luego, en 2004, quedó establecido el Sistema Nacional de Vigilancia y Control Aeroespacial (Sinvica), a través de la sanción del Decreto N° 1.407, cuyo objetivo es el control efectivo del espacio aéreo nacional tanto para las actividades civiles, en todas sus manifestaciones, como en las vinculadas a la defensa.
Además, el decreto contenía un segundo objetivo: dar la mayor participación posible a la industria argentina en su implementación.
Es en este marco en que el Gobierno nacional requiere a Invap el desarrollo, construcción e instalación de radares para satisfacer las necesidades del nueva sistema.
La empresa responde entonces con el Plan Argentino de Desarrollo de Sensores Radar, cuyo objetivo es nuclear las capacidades del país en la materia a fin de lograr desarrollar y construir “sensores radar” primarios, secundarios y meteorológicos, con tecnología propia y moderna en el plazo más breve posible.
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