Cecilia Mendive: "En el año 2002 me fui a Alemania porque conseguí una beca, estaba muy triste...
Es dificil de explicarlo, pero cuando estás lejos, aunque en otro lado te den todo, muchas veces sentís que aun te falta algo. En el 2009, la embajada argentina nos convoca a todos los cientificos argentinos y nos dice: su país los valora, los reconoce y si quieren volver las puertas estan abiertas.Escuchar eso a tantos kilómetros es como el amor correspondido.
Vine a trabajar a una universidad pública para devolverle a mi gente todo lo que hizo por mi. Un país puede sufrir una fuga de cerebros... Pero nunca una fuga de corazones".
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