martes, 1 de mayo de 2012

Hebe: "Este es el mejor momento de las Madres, porque parimos otros hijos"

"Estamos orgullosas de haber decidido este camino. Queremos este proyecto nacional y popular: es nuestro, lo tenemos en nuestras manos, lo tenemos que seguir haciendo”, dijo Hebe durante su discurso.


Por Alejandra Dandan

A 35 años de la primera caminata de las “locas de la Plaza de Mayo”, sobre un escenario marcado por la imagen de un pañuelo blanco y el logo de YPF y la consigna “Vuelve a ser nuestra”, Hebe de Bonafini advirtió que "las madres somos desordenadas", aclaró que sus hijos fueron quienes las parieron a ellas y exhortó a los jóvenes que las acompañaron a continuar el camino emprendido en 1977: “Las madres estamos afuera de todos los libros, casi hasta de los libros de historia porque la estamos recorriendo juntos, ustedes y nosotros... Esta historia que nos pusieron en las manos primero nuestros hijos y después Nestor, quien hizo que estallaran los corazones, los cuerpos, las manos y las cabezas de miles y miles de pibes que se sintieron incluidos en esta patria para hacer política".

Poco después del homenaje de Madres Linea Fundadora sobre la misma Plaza, mientras las banderas de las agrupaciones políticas se desplazaban de uno a otro encuentro para enlazar en ese gesto los dos escenarios, músicos llegados de todo el país se subieron al escenario en el que Hebe recorrió la historia de las Madres. “Una lucha que no sabe de descansos, que nunca tuvo tregua, que enfrentó los peores momentos”, reivindicó: "Eramos poquitas pero nos sentíamos grandes, porque siempre nos sentimos acompañadas por nuestros hijos”. En busca de sus orígenes recordó a Azucena Villaflor: “Tal vez el click lo hizo Azucena en la parroquia Stella Maris donde nos atendía un obispo, monseñor (Emilio) Graselli, que era más milico que los milicos, más hijo de puta que los milicos. Él sabia todo: habíamos ido muchas veces, nos hacían dejar la cartera, nos revisaban... Y Azucena dijo: '¡Basta! No vengamos más acá, estos son unos hijos de puta. Hagamos una carta para Videla'. Yo creo que esa fue la creación, ahí en ese momento: fuimos a la plaza, estuvimos ahí abajo del árbol, nos pusimos a firmar la carta... Ya conocen la historia: esta plaza siempre nos contuvo, siempre nos sostuvo”.

En ese mismo lugar, 35 años más tarde, la presidenta de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo le entregó un pañuelo a Gabriel Mariotto, vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, como reconocimiento a su trabajo por la Ley de medios. Con ese gesto, convirtió a la ley en uno de los ejes del acto. Habló de los “piratas que ahora no llegan en barcos sino que salen del campo y salen de algunos diarios”. Y exhortó a la Corte Suprema de Justicia a que "terminen con las cautelares: no le tengan miedo a Clarín y a la Nación, el pueblo entero los va a aplaudir, porque necesita tener más medios para poder comunicarse y aprender”.

Entre los cantos a los desaparecidos y "soy soldado del Pingüino", una mujer le contaba a su hija, en brazos, "ohh, yo soy argentina, soy soldada... de Cristina", rodeada de de las banderas de La Cámpora, de Nuevo Encuentro, del Peronismo Militante. Había pibes con las remeras del Néstor Eternauta y pibas con las remeras de Juicio y Castigo a los culpables, entre las que se destacaba otra mujer con la bandera de la Asociación de las Madres con la consigna "Ni un paso atrás": "Es la primera vez que vengo a la plaza porque soy de la época de las cabezas lavadas: ustedes los jóvenes nacieron en democracia, pero yo crecí con dictaduras. Después de Perón las democracias siempre fueron muy débiles. Clarín tapaba todo, era todo un engaño, y nos decían por algo será: ¿Sabés lo que cuesta cambiar cuando te lavaron la estructura del cerebro? Yo lo voté a Aramburu, imaginate, lo adorábamos. Y después me puse a leer. Un día escuché a Hebe en la radio y dije: ¡y esta loca qué dice! Ahora que está muy viejita, me dije no puede ser que se vaya y que yo no le pueda dar un abrazo, por eso estoy acá”.

Mientras Margarita se aferraba a la bandera como quien busca cobijo, en el escenario, uno de los integrantes del Trio Humahuaca dedicó una canción a la “memoria de mi tío Lucho y de su compañera Lili López, que también murieron en el ´76”. La banda acercó saludos del Perro Santillán y de las Madres de Plaza de Mayo de Jujuy que “están tan silenciadas en una provincia –dijeron-- en la que nos quieren hacer creer todavía que los desaparecidos se fueron de viaje, donde toda la oligarquía intenta tapar estas cosas”.

Entre las primeras filas, Sebastián Padró, de 22 años, sostenía una de las banderas de Peronismo Militante: “Estamos acá para seguir aprendido de la lucha de las madres y reivindicando un día histórico”, dijo. “Hoy, afortunadamente, formo parte de un proyecto, pero es raro porque venimos a homenajear a los compañeros dentro de un proceso que avanza porque hay muchos milicos presos. Yo iba de chico con mis viejos y era otro tipo de actos: esto no era lo mismo, en los ´90 eran jornadas de lucha, de protesta, hoy es distinto, hay que seguir, faltan los responsables civiles, pero se respira otro aire”. Y ahí, antes de que Hebe dijera nada, él anticipaba que "nos resulta fundamental como juventud estar acá y calculo que a las Madres les pasa lo mismo: su lucha histórica es un legado. Todos somos un poco hijos de ellas. Esta fue la lucha que se plantearon y que hoy estemos acá es directamente por responsabilidad de ellas. Tenemos que estar agradecidos como militantes de un proyecto democrático y popular”.

Mientras tanto, Hebe, quien recordó que todavía está pendiente la sanción del derecho de las mujeres a interrumpir el embarazo, convocó al escenario a Pepe Cibrián, a quien le agradeció su militancia en favor de la Ley de Matrimonio Igualitario, cuya aprobación asimiló a las luchas de las Madres. Luego de que Cibrián repitiera el homenaje a Federico García Lorca con el cual defendió la sanción de la ley en el Congreso, Bonafini reconoció que "sabemos que faltan muchas cosas por hacer, porque al país lo destruyeron no sólo los militares sino los que vinieron después que terminaron de barrer, de regalar y tirar todo por la borda. (...) Estamos orgullosas de haber decidido este camino. Queremos este proyecto nacional y popular: es nuestro, lo tenemos en nuestras manos, lo tenemos que seguir haciendo”, concluyó.

Guillermo Vaccarini, de la Martín Fierro, sintetizó el sentimientoo de muchos de los presentes: “Nos sentimos parte de esa resistencia que empezaron las Madres. Fueron una columna moral”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario