En una temporada en la que convirtió 91 goles sobre 69 partidos para romper un récord de 40 años que ostentaba el goleador alemán Gerd Müller y conquistó una Copa del Rey, Lionel Messi ratificó su condición de mejor jugador del mundo en la entrega del Balón de Oro.
"Es increíble poder conseguir el cuarto trofeo seguido. Quiero agredecer y compartir el premio con mis compañeros del Barcelona. Especialmente con Andrés (Iniesta) y con la gente que me votó. Se lo dedico especialmente a mi mujer y a mi hijo, que es lo más lindo que me regaló Dios", manifestó emocionado "Leo" tras la entrega del premio.
"La Pulga" perdió por poco en 2007 y 2008, años en los que el brasileño Kaká y el portugués Cristiano Ronaldo se bañaron de oro, y desde entonces no volvió a ceder el trofeo. Ni siquiera lo prestó a sus compañeros del Barcelona Xavi Hernández y Andrés Iniesta, quienes compartieron con él la mayoría de las ternas.
A los 25 años, después de una temporada con resultados amargos por el segundo puesto en la Liga española y la dolorosa eliminación de Champions League en la que erró un penal decisivo frente al Chelsea, Messi culminó su mejor año con la selección argentina.
Logró consolidarse con la camiseta albiceleste, ganó en madurez y rompió redes como nunca para dejar atrás los sinsabores y seguir brillando como el mejor de todos. Aunque él afirme que 2012 no ha sido su mejor año, el planeta fútbol lo contradice y lo califica una vez más como número uno. El único capaz de ganarlo cuatro años de forma consecutiva.
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