Sábado, 23 de febrero de 201301:00 | La Ciudad
La decisión se tomó porque en el lugar había una pareja teniendo sexo. Denuncian en la Justicia al Palacio Berlusconi.
La casona del centro. El Palacio Berlusconi funciona en los altos de Sarmiento 1112 y ya había sido objeto de cierres preventivos. (foto: Sergio Toriggino).
Por Silvia Carafa / La Capital
La Dirección de Inspección de la Municipalidad clausuró el cabaret y whiskería Palacio Berlusconi, de Sarmiento 1112, uno de los siete sitios habilitados bajo este rubro en Rosario. La medida se tomó porque el responsable de la repartición detectó, durante un control, a una pareja teniendo sexo, algo prohibido en este tipo de locales. La reacción de las alternadoras, dependientes y hasta parroquianos fue violenta: hubo empujones, volaron sillas, vasos y vidrios, todo regado por amenazas de grueso calibre que metían miedo con "narcos" e impunidad; la trifulca fue tan grande que dio para perseguir a los inspectores hasta un bar de Corrientes y Pellegrini, donde también hubo destrozos. Pero el cierre del sexy bar viene con antecedente: el eficaz olfato del Instituto Municipal de la Mujer que lidera la Mesa contra la Trata.
Para estar a tono con la ordenanza que los rige, los cabarets y whiskerías deben exhibir los contratos de quienes trabajan allí bajo el ambiguo rol de alternadoras. Fue justamente la implementación de esta normativa la que permitió tomar contacto con las mujeres y percibir, en no pocos casos, un duro trasfondo capaz de atravesar y condicionar sus decisiones . "El Instituto certificó 80 contratos como alternadoras en los locales habilitados y en el marco de esos trámites, detectó condiciones de gran vulnerabilidad social en algunas de las mujeres, como hijos a cargo y madres solas mayores de edad, pero muy jóvenes, que las coloca en clara fragilidad ante su empleador", explicó a La Capital, la directora de la oficina, Andrea Travaini.
Sin embargo, la situación apuntada es más grave aún, hubo una observación que puso el trazo grueso al tema: algunas eran acompañadas por varones y no quedaba muy claro si se trataba de sus parejas, familiares o amigos. "Trasladamos estos elementos que percibíamos a Inspección municipal solicitando especial atención y eso fue lo que se hizo durante el control de ayer a la madrugada en el Palacio Berlusconi", relató Travaini. Este lugar manejaría unos 25 de los 80 contratos realizados. ¿La sospecha de trata tendría su correlato en la violenta clausura?
Factor sorpresa. Eran las dos cuando una comisión integrada por dos empleadas y el director de Inspección municipal, Gregorio Ramírez, llegó a Sarmiento 1112. Una visita más de las que realizan al rubro nocturno durante los últimos días de la semana. El Palacio Berlusconi, que en 2004 invocó ser una escuela de danzas, está habilitado como cabaret y whiskería y bajo esa categoría arrancó la "visita" oficial. Pero la inspección ocular deparó una sorpresa mayúscula y cambió el rumbo de la noche, que solía terminar sin más trámite que algún desajuste de formas en las actas.
"En uno de los boxes había dos personas teniendo sexo", narró Ramírez. Y dijo que el hecho amerita la clausura porque tergiversa el rubro, según la ley nacional de profilaxis. Claro que el funcionario y sus acompañantes no imaginaron el impacto de esta decisión.
"Hubo golpes, empujones, volaron vasos y sillas, tuve que llamar a la Guardia Urbana (GUM) para poder salir del lugar", relató y dijo que en el alboroto desapareció la faja de clausura y un par de actas, pero se salvó la que certificaba el procedimiento.
Con el corazón en la boca, el trío de inspectores recaló en el bar Marbella, Corrientes y Pellegrini. Pero hasta allí llegó la runfla que a los gritos alzó mesas por el aire y destrozó vasos mientras gritaba amenazas "que implican la intimidación sobre el movimiento posible de una persona", contó Ramírez. A modo de ejemplo, se escuchó: "Vamos a llamar a los narcos", "te vamos a perseguir" "podemos averiguar dónde vivís con tu familia" y hasta un tenebroso "decile que traiga el fierro".
Ante la gravedad de los hechos, la Municipalidad decidió llevar, ayer mismo, las actuaciones a la Justicia.
Así lo confirmó el secretario de Gobierno, Fernando Asegurado, quien respaldó en los Tribunales provinciales a los inspectores agredidos en el cabaret céntrico. Sin duda, en una de las resistencias más escandalosas protagonizadas en el Berlusconi donde, como se sabe, las cosas escurren en medio de los silencios palaciegos.
Concejalas solidarias
Las concejalas Norma López (FPV), María Eugenia Schmuck (bloque radical), María Fernanda Gigliani (PPS), Viviana Foresi (PS), Laura Weskamp y María Julia Bonifacio (PRO) y Daniela León (UCR) expresaron su solidaridad con las inspectoras municipales agredidas en el marco de la clausura del cabaret Palacio Berlusconi. El comercio registra varias denuncias por infracciones a la ley de profilaxis.
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