miércoles, 6 de marzo de 2013

Un policía santafesino fue asesinado durante un asalto en Buenos Aires

Miércoles, 06 de marzo de 201301:00 | Policiales

Recibió dos balazos al resistir el atraco al almacén de su pareja. Tenía 40 años y cumplía extensos turnos en la 24ª de Granadero Baigorria. Desde hace un año vivía en la ciudad bonaerense de Guernica.


Larga espera. Los familiares del policía asesinado en Buenos Aires esperaban ayer el cuerpo para poder velarlo. (foto: Enrique Rodríguez Moreno)

Por Andrés Abramowski / La Capital

Un suboficial de la policía santafesina fue asesinado el lunes por un ladrón que asaltó el almacén que atendía su concubina en una localidad de la provincia de Buenos Aires. El efectivo, que se desempeñaba en la comisaría 24ª de Granadero Baigorria pero se encontraba de vacaciones, se trabó en lucha con el delincuente pero al parecer un cómplice de éste, que oficiaba de campana en la puerta del local, le disparó al menos tres balazos. El sargento Leandro Walter Olmedo murió minutos después en el lugar. Tenía tres hijos y dos nietos.

Olmedo tenía 40 años y vivió durante muchos años en Fray Luis Beltrán, donde compartió sus días con Andrea, la mujer con la que tuvo a sus tres hijos. Pero ese matrimonio terminó un año atrás y desde entonces el sargento se repartía entre el Gran Rosario y la ciudad de Guernica, en el Gran Buenos Aires, donde estaba en pareja con Laura Soledad Casco, de 33 años, cuya familia posee un almacén en esa localidad bonaerense.

Según contaban ayer sus familiares afincados en cercanías de Rosario, el suboficial trabajaba en turnos de 48 horas en la seccional de Baigorria y pasaba tres o cuatro días franco en la localidad cabecera del partido bonaerense de Presidente Perón, cercana a la ciudad de La Plata.

Fatal

Cerca de las 17 del lunes la mujer del sargento Olmedo se encontraba atendiendo el almacén ubicado en la calle 126 entre 103 y 105 de Guernica cuando ingresó un joven con una campera de la selección argentina de fútbol y pidió una cerveza. Al parecer, segundos después el falso cliente saltó por encima del mostrador y exhibió un arma de fuego para exigir la recaudación.

En ese momento, mientras la mujer se aprestaba a entregarle el dinero al delincuente, ingresó Olmedo por una puerta trasera y se trabó en lucha con el asaltante. Entonces, según la mujer refirió a los investigadores de la policía bonaerense, se escucharon al menos dos detonaciones y el sargento cayó gravemente herido al piso mientras el ladrón escapó corriendo hacia la puerta del comercio donde lo esperaba un cómplice en una motocicleta.

Ayer no se descartaba que quien disparó los tiros mortales haya sido el delincuente que esperaba como campana, el que habría decidido intervenir al notar que su compañero estaba peleando en desventaja con el policía. Lo cierto es que Olmedo murió casi en el acto y, según trascendió de la muy escueta información sobre el suceso proporcionada por la policía rosarina, habría sido alcanzado por dos balas en el pecho y otra en la cabeza.

El crimen es investigado por el fiscal Leandro Heredia, de la UFI descentralizada de Presidente Perón, con colaboración de los efectivos de la comisaría de Guernica y de la Subdelegación de Investigaciones San Vicente, dependiente de la de La Plata.

El hecho fue caratulado como homicidio en ocasión de robo y al cierre de esta edición al menos uno de los maleantes —un hombre con antecedentes delictivos— habría sido identificado y la policía estab sobre sus pasos.

Dolor

Ayer a la tarde, en una tranquila esquina de un barrio de Fray Luis Beltrán, familiares de Olmedo pasaban como podían las interminables horas que faltaban para el velatorio del policía, previsto para la mañana de hoy.

"Nos enteramos ayer minutos después de que pasara y uno de mis hijos viajó a Buenos Aires para hacer los trámites para que trajeran el cuerpo", contó muy consternada la ex pareja del sargento, al tiempo que evaluó que el cuerpo llegaría alrededor de las 4 de la mañana para ser velado en la cochería Caramuto de Fray Luis Beltrán, para luego ser enterrado en el cementerio de esa ciudad del cordón industrial.

A metros de la esquina donde vive una de sus hijas, Olmedo pasó 18 años en pareja con Andrea en una modesta casa de Guayaquil al 900. Allí la pareja tuvo tres hijos que hoy tienen 21, 19 y 5 años. Además tenía dos nietos: una nena de 3 años y un bebé de 35 días.

Con su pequeño bebito en brazos, Victoria, una de las hijas de Olmedo, contó que su padre estaba radicado en Guernica pero viajaba con frecuencia para visitarlos en Beltrán, además de cumplir con sus extensos turnos de trabajo en la comisaría de Baigorria.

"El quería ser trasladado para la policía bonaerense para no tener que viajar tanto, pero era complicado que pudiera lograrlo porque no le daba la edad", contó la joven, entre la tristeza y la resignación. Y agregó: "El 18 de marzo iba a cumplir 41 años".

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