martes, 24 de enero de 2012

Declaración de guerra a la SOPA

Los hackers subieron a la red el catálogo completo de música y películas de Sony Music como protesta por los proyectos antipiratería y el cierre del sitio de descargas Megaupload. 




En un endurecimiento de su campaña contra la ley Antipiratería Digital SOPA y como respuesta al cierre del sitio de descargas de archivo Megaupload por parte del FBI y el Departamento de Estado norteamericano, el grupo de piratas informáticos Anonymous subió a la red la discografía completa de Sony Music, además de un listado de films producidos por la firma entre los años 2000 y 2011. La cuenta de Twitter @ano

nops fue el medio elegido para poner en disponibilidad ese material, que fue subido por orden alfabético y un listado de enlaces BitTorrent a través de programas de intercambio de archivos, o P2P, para que los internautas puedan acceder a la discografía completa de la compañía japonesa. En forma casi simultánea, Anonymous realizó un ataque sobre varias páginas web del gobierno polaco, entre las que se encuentran las del presidente Bronislaw Komorowski, el primer ministro, Donald Tusk, y el Parlamento. De esa forma respondió a la adhesión que el gobierno de Varsovia expresó a la proyectada ley SOPA. La campaña de Anonymous incluyó ayer un anuncio general, vía Internet, de un inminente “masivo apagón” de los servidores del FBI y de “compañías europeas que apoyan la ley SOPA”.

Los piratas informáticos nucleados en Anonymous, al hackear la discografía de Sony Music, pusieron a disposición de los internautas los álbumes de AC/DC, Oasis, Jimi Hendrix, Paul Simon, Bruce Springsteen, Bob Dylan, Madonna y Justin Timberlake, entre muchos otros artistas de primer nivel. Al mismo tiempo, pusieron en marcha una campaña llamada Black March (marzo negro) en la que se anima a sus seguidores a “golpear los márgenes de beneficio” de la industria cultural boicoteando durante todo ese mes el consumo de contenidos culturales.

Las acciones propuestas para realizar en el marzo negro son –entre otras– las de no descargar canciones (ni legal ni ilegalmente), no ir al cine, no comprar videojuegos o no adquirir revistas ni libros. Las propuestas figuran en la página black-march.com, que incluye un gráfico sobre cómo ha disminuido el apoyo de los miembros del Congreso de Estados Unidos tanto a la ley SOPA como al proyecto PIPA, luego de las protestas que se expresaron a través de Internet el 18 de enero.

Mientras tanto, el principal directivo del banco de datos digital de Megaupload, Kim Schmitz, junto con tres directivos del portal de descargas intervenido por el FBI estadounidense por supuesta piratería informática se sentaron ayer en el banquillo de acusados de un tribunal neocelandés tras permanecer tres días en prisión. Solicitaron que se les conceda la libertad bajo fianza, medida que el fiscal objetó por entender que hay riesgo de fuga, en especial en el caso de Schmitz. El juez a cargo analizará las posturas enfrentadas y tomará una decisión al respecto entre hoy y mañana.

La campaña lanzada por Anonymous es acompañada por otros sitios, como la cuenta de Twitter @YourAnonNews, cuyos responsables les han pedido a sus más de 371 mil seguidores que se pronuncien sobre cuál debería ser la próxima página que les gustaría que Anonymous hackeara. Con tantas iniciativas y novedades en la materia, algunos internautas han expresado sus dudas respecto de si las acciones que se promueven responden en todos los casos a la iniciativa lanzada por Anonymous. Al respecto, la cuenta de Twi_tter@Anon_Central aclaró que el movimiento “está descentralizado”, por lo tanto “no tenemos líderes: tú eres tu propio líder”.

En Argentina, Anonymous atacó la página de la Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas (Capif), que aparecía cubierta por una imagen de Mafalda, la emblemática creación del humorista Quino, con una leyenda que decía: “No a la SOPA”. Ayer no era posible ingresar a la página de Capif, donde también se habían colgado otros personajes de la tira Mafalda para cuestionar las leyes que se analizan en Estados Unidos.

En Varsovia causó revuelo la intervención de los piratas informáticos, que coparon varios sitios web del gobierno polaco. Lo hicieron para protestar por la intención del gabinete local de aprobar un acuerdo internacional contra la piratería en Internet y las violaciones al derecho de propiedad intelectual.

“La revolución polaca está comenzando”, advirtió Anonymous a través de la red social Twitter. Con la ofensiva informática, los “hacktivistas” mostraron su rechazo al Acuerdo Comercial AntiFalsificación (ACTA), firmado en octubre por Estados Unidos, Australia, Canadá, Japón, Marruecos, Nueva Zelanda, Singapur y Corea del Sur.

Mientras los promotores del ACTA hablan de dar una respuesta “al aumento del comercio mundial de los derechos de autor y la falsificación de productos pirateados de obras protegidas”, sus detractores afirman, en cambio, que es “un flagrante intento de controlar el derecho a la información y al conocimiento, además de un acto de censura contrario a toda libertad de expresión”, comentó ayer la agencia Prensa Latina.

En Estados Unidos, los proyectos legislativos que se tratan en el Congreso son los llamados SOPA (Stop Online Piracy Act) y PIPA (Protect Intelectual Property Act), que establecen mecanismos de control sobre los contenidos en Internet, en nombre de perseguir la piratería en la red. La Federación Internacional de la Industria Discográfica (IFPI) publicó ayer datos sobre el estado de finanzas de ese sector, anunció un pequeño crecimiento de las ventas digitales, pero afirmó que la piratería sigue haciendo estragos en especial en España, donde el 42 por ciento de los internautas visitan al menos una página al mes que ofrece “contenidos que carecen de legalidad”.

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